España es uno de los países con mayor envejecimiento de Europa, lo que ha convertido al colectivo de personas mayores de 60 años en un público cada vez más atractivo para los pequeños negocios. De hecho, según el III Monitor de Empresas de la Economía Sénior, elaborado por el Centro de Investigación Ageingnomics de Fundación MAPFRE, un 54% de los negocios ya está desarrollando productos y servicios específicos para captar a este segmento poblacional.
Un porcentaje que sube al 27% cuando se trata de negocios que también buscan atraer a personas mayores de 74 años, un segmento cuya presencia será cada vez más relevante en los próximos años. El envejecimiento activo, el tiempo libre y una mayor renta disponible sitúan a los sénior como un mercado estratégico, que no quieren dejar escapar los negocios.
La estabilidad económica de este grupo de edad le permite consumir con mayor frecuencia
Las características de este grupo poblacional lo hacen especialmente atractivo para los pequeños negocios. Por un lado, su estabilidad económica les permite consumir con mayor frecuencia productos y servicios que fomenten la calidad de vida. Por otro, su capacidad de análisis los lleva a buscar alternativas con una buena relación calidad-precio. A diferencia de otros colectivos, los sénior son cautelosos en sus compras, evitando caer en tendencias pasajeras y buscando con frecuencia la utilidad y durabilidad de los productos.
Uno de los grandes retos para los autónomos y pequeños negocios es entender las necesidades de este colectivo. Sin embargo, apenas un 23% de los negocios ha realizado estudios de mercado enfocados en los sénior. Esto limita su capacidad para diseñar estrategias efectivas que conecten realmente con sus intereses.
Por ese motivo, los expertos de la Fundación MAPFRE recomendaron profundizar en este análisis, especialmente en épocas clave como la Navidad, cuando el consumo tiende a dispararse. Aquellos que sepan adaptarse a sus preferencias no solamente incrementarán sus ventas, sino que además se posicionarán como referentes para estos consumidores que constituyen un mercado en expansión.
A pesar de tener habilidades digitales, los sénior necesitan acompañamiento en las tiendas digitales
La salud y el bienestar son dos de los pilares fundamentales para captar al público sénior. Productos relacionados con el autocuidado, la alimentación saludable y la promoción de la actividad física son los más demandados por este colectivo. En este sentido, muchos negocios están adaptando sus servicios para fomentar un envejecimiento activo. Lo que genera un impacto positivo en las personas mayores y refuerza la imagen de marca de los negocios que apuestan por este enfoque.
La tecnología es otro de los puntos clave en la relación con este segmento. Aunque la brecha digital sigue siendo un desafío, cada vez más personas mayores adoptan herramientas tecnológicas, sobre todo aquellas que les facilitan la vida diaria. Según el informe de Ageingnomics, un 27,7% de las personas entre 55 y 64 años tiene habilidades digitales avanzadas. Sin embargo, la mayoría necesita acompañamiento para usar plataformas de comercio electrónico o servicios digitales personalizados. Esto supone una oportunidad para los negocios que quieran ofrecer soporte personalizado, tutoriales sencillos y opciones accesibles, como atención telefónica o presencial.
Otro aspecto que los sénior valoran especialmente son los valores éticos de las empresas. El compromiso con la sostenibilidad, la responsabilidad social y el apoyo a causas comunitarias son factores que inclinan sus decisiones de compra. Además, este grupo rechaza las campañas publicitarias basadas en estereotipos y busca mensajes auténticos. Por tanto, los negocios que logren transmitir una imagen honesta y cercana tendrán más posibilidades de fidelizarlos.
La Navidad, como señala este informe, es una oportunidad estratégica para consolidarse en el mercado sénior. Durante estas fechas, muchos pequeños negocios aprovechan para lanzar campañas dirigidas a este público, destacando productos con beneficios tangibles y precios competitivos. Desde promociones personalizadas hasta regalos prácticos, estas acciones, además de incrementar las ventas a corto plazo, refuerzan la relación a largo plazo con este segmento clave.
Según el III Monitor de Empresas de la Economía Sénior, los mayores de 60 años, además de ser un público con alto poder adquisitivo, constituyen un motor de creación de nuevos bienes y servicios. La economía sénior, como explicó el director del Centro de Investigación Ageingnomics, Juan Fernández Palacios, “actúa como un pilar importante para el desarrollo económico, que irá en aumento en los próximos años”. Por eso, señaló, “entender y atender las necesidades de este colectivo es una interesante, y cada vez mayor, fuente de ventas”.













