Las pymes familiares son el alma de la economía española, desde sus orígenes locales hasta lograr expandirse y crecer. Según el informe «La Empresa Familiar en España 2025» del Instituto de la Empresa Familiar (IEF), la inmensa mayoría de estas compañías son pequeños negocios que generan el 70% del empleo privado y aportan más de la mitad de la riqueza del sector privado.
Más allá de su peso económico, el estudio revela que las empresas familiares tienen una mayor esperanza de vida que las no familiares, con tasas de extinción más bajas y una longevidad que desafía los mitos sobre su dependencia de los fundadores. Sin embargo, para sostener esta ventaja y prosperar, las pymes familiares deben superar obstáculos como la sucesión generacional.
Las empresas familiares dan empleo a 10,2 millones de trabajadores
El informe del IEF, que ha sido elaborado por su red de cátedras en colaboración con KPMG y SAP, destaca que el 92,4% de las empresas en España son familiares, con un peso predominante de las microempresas (93%) y las pequeñas (89%). Estos negocios emplean a 10,2 millones de personas, equivalente al 70% del empleo privado, y generan el 57,2% del VAB privado; lo que ls consolida como un pilar del crecimiento económico.
Pero lo que realmente distingue a las pymes familiares es su capacidad de supervivencia. El informe, basado en un análisis de más de 270.000 sociedades mercantiles, muestra que las empresas familiares tienen una menor tasa de extinción que las no familiares. En concreto, el estudio señala que las empresas familiares activas tienen una longevidad superior, con una duración media que supera a las no familiares, especialmente en las primeras décadas de existencia.
Por ejemplo, entre las empresas analizadas desde 2015, las familiares presentan una menor probabilidad de cierre en comparación con sus contrapartes no familiares llegando a doblarla, un hallazgo que contradice la creencia de que estas empresas están limitadas por la vida de sus fundadores. KPMG España figura como uno de los responsables de este informe y su presidente, Juanjo Cano, subrayó que “lejos de la creencia general, estas compañías son más longevas, con tasas de extinción menores”.
El informe destaca que la edad media asciende a 30 años en la empresa familiar mientras que es de 27 años en la no familiar. Así, el 66,1% tiene más de 25 años, descendiendo hasta el 55,3% en las no familiares. Y, si nos fijamos en plazos todavía más largos, de un total de 104 grandes empresas centenarias, 67 son familiares.
Esta longevidad es particularmente relevante para los autónomos y emprendedores que buscan construir negocios sostenibles. Empresas como Mercadona, que pasó de ser una pequeña carnicería familiar en Valencia a liderar el sector de supermercados, ejemplifican cómo las pymes familiares pueden perdurar y crecer a través de generaciones. Ignacio Rivera, presidente del Instituto de la Empresa Familiar, destacó que “las empresas familiares son responsables de la cohesión y vertebración social de nuestro país”, un rol que refuerza su mayor esperanza de vida.
Sin embargo, todo. cambia cuando estos negocios deben abordar el relevo generacional, especialmente en la tercera generación. El estudio pone el foco en este problema que afrontan los negocios que tienen entre 29 y 48 años de antigüedad, franja en la que la proporción de empresas familiares que desaparecen es mayor y su tasa de extinción alcanza el 15%.
Retos que deben superar los negocios familiares según su patronal
A pesar de su longevidad, las pymes familiares deben superar desafíos que limitan su competitividad. El informe identifica tres áreas críticas:
Tamaño y Crecimiento
El tamaño medio de las pymes familiares es inferior al de las no familiares, y solo el 1% de estas empresas se consideran grandes (más de 250 empleados). Esta limitación impacta su productividad, que es menor en comparación con las no familiares. Cano señaló que “el tamaño es determinante para la rentabilidad: cuanto más grande, más rentable”.
Digitalización
Sólo el 4,5% de las empresas familiares operan en sectores intensivos en tecnología, y su uso de herramientas como la inteligencia artificial o la computación en la nube es limitado. José Vallés, director general de SAP España, destacó que “las empresas digitalizadas aumentan su productividad o ventas en niveles superiores al 10%”.
Sucesión Generacional
Aunque las pymes familiares son más longevas, la sucesión generacional sigue siendo un punto de inflexión en su trayectoria. El informe indica que muchas no superan este hito debido a la falta de planificación, a pesar de que las empresas familiares con mayor antigüedad tienden a mejorar su productividad. La sucesión, como señala el estudio, “es un aspecto clave para su continuidad en el tiempo”.
El futuro de las empresas familiares pasa, por tanto, por su capacidad para abrazar la digitalización, planificar la sucesión y conseguir expandir su negocio. Como concluye el informe, “facilitar el crecimiento y la supervivencia de las empresas familiares” es una prioridad para el futuro de estos negocios y de la economía española.













