27 oportunidades y nuevas tendencias para emprender en sostenibilidad

Acotar en unos párrafos todas las oportunidades que ofrece la sostenibilidad es absolutamente imposible, pero vamos a centrarnos en los sectores con más retos y necesidades por resolver y, por ello, con más fuentes de oportunidades.

Mejora de procesos

Obviamente, si las empresas necesitan ser más sostenibles, hacen falta en el mercado herramientas que les ayuden a serlo. Y mejor si se trata de tecnología específica para cada sector. “Vamos hacia la especialización. La economía circular se va verticalizando por industrias, puntos de la actividad, etc. En la fabricación, en la interacción con el ciudadano o en el final de vida de los productos para su reutilización o su reciclaje. Necesitamos adaptar las tecnologías más al detalle del proceso productivo con la visión de avanzar hacia un futuro sin residuos”, explica David Ceniceros, especialista en emprendimiento de The CircularLab.

Otra clave es “la implementación de soluciones en el ámbito industrial para mejorar la captura de datos, para mejorar y hacer más eficientes los procesos o para reintroducir mermas y subproductos de unas industrias en otros procesos de fabricación. Ese es el futuro sin residuos, ver cómo se puede aprovechar lo que a mí me sobra. Creo que ahí hay una oportunidad muy grande”, añade Ceniceros.

“Aquí estamos viendo cada vez más soluciones a base de IA, de robótica, de automatización para que las empresas sean mas eficientes. Más eficientes en energía, con energía verde, o más eficientes con el uso del agua en industrias como la láctea, donde se utilizan grandes cantidades de agua. La tecnología es clave como elemento diferencial para asumir esos nuevos hitos”, comenta Sergio Fabregat, director de Food 4 Future.

Impulso a la economía local

“Las prácticas agroalimentarias han de ser más respetuosas con el medioambiente, para fomentar la producción responsable, las cadenas de transformación de alimentos han de ser más eficientes, tenemos que minimizar el desperdicio alimentario o poder generar nuevos negocios basados en la economía circular. Por ejemplo, Mahou San Miguel nos ha enseñado su apuesta por materias primas de origen local, cómo valorizan los residuos orgánicos, cómo están abordando la movilidad con flotas más sostenibles y más eficientes y su proyecto piloto para crear cubiertos comestibles a partir del propio grano usado en la fabricación de cerveza. Por su parte, hijos de Ribera, entre otras iniciativas, está apostando por la producción de biogás, como fuente de energía renovable», apunta Sergio Fabregat.

«También hemos visto la nueva botella de caña de azúcar que se puede reciclar, compostable orgánico y el uso de otros materiales reciclados y se está intentando recuperar CO2 en los procesos de fermentación. Hemos visto también desde Sigma Alimentos, la empresa matriz de Campofrío se habla de proyectos innovadores como el uso de la celulosa para el compost o la reutilización de subproductos para fines médicos. En gran distribución, por ejemplo, Alcampo está utilizando IA para identificar productos próximos a la fecha de caducidad y facilitar su salida para luchar contra el desperdicio alimentario. Pepsico ha creado su primera planta totalmente descarbonizada y están intentando tener un suministro sostenible de aprovisionamiento de materia prima con una promoción en la agricultura regenerativa, que por otro lado genera un impulso social a los productores. Estamos viendo la circularidad y que el reaprovechamiento de materiales que siempre se han considerado como residuos pueden tener un valor útil”, añade Fabregat.

Herramientas para la gestión de la sostenibilidad

Ejemplos de startups, como Bcome, una startup pionera en la aplicación de metodologías inteligentes para la gestión de la sostenibilidad global que cuenta con más de 1 millón de productos rastreados, medidos y evaluados en el mercado.

Digitalización del campo

Según el estudio Observatorio para la Digitalización del Sector Agroalimentario, el uso de los sensores para suelo está presente en el 33% de la agricultura española y en un 15% cuando se trata de plantas o frutos. Este avance en el uso de la tecnología se debe a las ventajas que aporta, como la posibilidad de hacer frente a retos como los efectos del cambio climático en la producción de primeras materias, mejorar el control hídrico o alertar de la presencia de plagas, entre otras ventajas. Esto permite directa o indirectamente una mejoraen la salud de las personas, animales y de la propia tierra.

Así, hay oportunidades con soluciones como Optimus Silva de Dendron Soluciones, que utiliza algoritmos de optimización para la maximización de las sinergias y la miniminización de las incompatibilidades entre los distintos objetivos de un entorno natural. Esta herramienta tecnológica que propone Optimus Silva permite conciliar los distintos intereses de las partes involucradas en el uso y aprovechamiento de los recursos naturales, optimizando la explotación del entorno y generando soluciones espaciales que promueven la sostenibilidad a largo plazo cuidando de forma preferencial aspectos como el CO2 absorbido, agua limpia producida, extensión de pastos para la ganadería extensiva, madera extraída, zonas de caza y pesca, recolección de setas, conservación de especies, rutas senderistas, miel, resina y plantas aromáticas.

O la startup valenciana Ecoai Lab, que apuesta por automatizar las predicciones de las producciones agrícolas y por la optimización del uso del agua gracias a la IA. Permite así prever y evitar enfermedades y plagas en los cultivos.

Nuevos alimentos

Comer bien y de una forma más sostenible es, sin duda, uno de los mayores retos a los que nos enfrentamos. “La industria alimentaria se encuentra en una tesitura que tiene que producir cada vez más cantidad de alimentos con menos recursos y de forma más sostenible”, explica Sergio Fabregat. Ello, “unido a los nuevos hábitos de consumo que se manifiestan en una creciente demanda de alimentos más saludables ha propiciado la búsqueda de alimentos alternativos como son los creados a base de proteínas vegetales, hongos, algas o los sustitutivos de la carne. Otra tendencia en sostenibilidad es la nutrición personalizada y en especial la que se adapte a las necesidades de los mayores de 65 años. Y cosas mucho más de tendencia también en esa búsqueda de la personalización de los alimentos que pide el consumidor actual, “la aplicación de tecnología de datos e IA para adaptar productos y servicios a esas preferencias individuales”.

También, “alternativas de bebidas saludables y nuevos edulcorantes para reducir el ázucar. También, instrucción de nuevos productos como la aspirulina, que ayuden a saborizar los alimentos sin que pierdan su calidad. O soluciones para reducir el consumo de los ultraprocesados, como un etiquetado que permite clasificar los alimentos según su grado de procesamiento. Es una tendencia en alza porque el consumidor exige transparencia en los alimentos que consume”, explica Sergio Fabregat.

Circularidad en áreas rurales

Proyectos que ayudan a conseguir la circularidad de empresas, grandes y pequeñas. En esta línea destaca el Proyecto Brilian, un proyecto europeo para impulsar modelos de negocio sostenibles y cooperativos en áreas rurales. BRILIAN trabajará con 10 cadenas de valor bio-basadas partiendo del cardo, el cártamo y el girasol (en Italia), la patata (en España) y la colza (en Dinamarca) como materas primas, para desarrollar modelos de negocio sostenibles abarcando un amplio abanico de bio-productos de alto valor añadido, como bioplásticos, biolubricantes, proteínas, bioadhesivos, bioherbicidas, productos destinados a la alimentación animal o al sector cosmético. Todo ello, permitirá a los productores primarios diversificar sus fuentes de ingresos a la vez que reducen el riesgo.

Nuevos materiales para envases

Estamos en un momento de cambio en el sector de los envases y el packaging y se refleja en el volumen de financiación que están atrayendo las startups del sector; las más altas desde 2021, según el último informe publicado por Net Zero Insights y TheCircularLab de Ecoembes. Entre las favoritas, las que tienen su foco de actividad en los envases compostables, biodegradables y reutilizables, como las europeas Northvolt, Verkor, Ineratec, Circtec y Picnic Technologies. O la española Pack2Earth que ha desarrollado biomateriales fuertes a partir de plantas y minerales para sustituir el plástico contaminante en envases y otros productos.

“Vemos una tendencia que va hacia el mono material, la reutilización y el aumento de material reciclado, así como el uso de nuevos materiales como el cartón, el papel o el vidrio para reducir el uso del plástico. O sea que estamos viendo nuevas tendencias en materiales”, explica Sergio Fabregat.

Hay oportunidades en la especialización de soluciones sostenibles para sectores en los que apenas se ha avanzado en esta materia. Por ejemplo, la construcción, con sacos libres de plástico como los de Saint-Gobain Weber. En España, apenas el 8% de los materiales utilizados en la construcción proviene de fuentes secundarias. La mayor parte de estos está fabricada a partir de materias primas, una de las razones por las que este sector es el responsable del 40% de las emisiones de residuos.

Ecodiseño

“La tendencia es maximizar el tiempo de vida útil de cada uno de los productos que tenemos, diseñarlos ya para que desde la fase del ecodiseño todos los productos y servicios minimicen su impacto y que desde esa misma etapa tengamos claro qué vamos a poder hacer con cada una de sus partes cuando dejen de ser utilizados para el fin para el que fueron diseñados, maximizando que eso se pueda volver a reintroducir”, apunta David Ceniceros. En envases, por ejemplo, “no mezclar componentes que no se pueden separar fácilmente, o en ecommerce evitar transportar tanto aire, que los envoltorios tengan un tamaño más acorde a lo que hay dentro, para reducir las emisiones asociadas al transporte”, añade Ceniceros.

Soluciones para reutilizar y reciclar

El nuevo reglamento europeo de envases plantea la siguiente revolución de toda la materia legislativa en la gestión de los envases. Así, hacen falta “nuevos modelos de negocio en torno a los envases rellenables y envases reutilizables. La reutilización es más fácil en puntos de recurrencia como el canal Horeca. Hemos visto en Europa un crecimiento grande en la reutilización en HORECA, hoteles, restaurantes y cafeterías, puntos donde el consumidor hace un uso recurrente de los envases y se puede apostar porque haga una reutilización de los mismos. En delivery de comida por internet también. Hay un crecimiento de startups que están trabajando ahí”, apunta David Ceniceros

IA para la gestión de residuos

Hay oportunidades en desarrollos de “tecnología de visión artificial e IA para mejorar la separación y la calidad del reciclaje de envases. Herramientas de visión artificial como Pixel AI (Visual Engine) en España que analizan cómo los algoritmos de visión artificial pueden favorecer la separación de residuos a través del reconocimiento de imágenes y de los formatos de envasado para hacer más eficientes los procesos y potenciar un reciclaje de mayor calidad y de mejor material para volver a reintroducirlos en nuevos envases”, dice David Ceniceros.

Turismo responsable

España ya es el país más turístico del mundo, solo por detrás de EEUU, pero el turismo debe hacerse de forma sostenible para cuidar a los ciudadanos y para hacer la experiencia de viajar, también, algo más agradable y menos masificado. Y precisamente en conocer cuál es la ocupación de las ciudades y de los lugares turísticos es la línea de negocio que explotan en iUrban. “Creamos mapas de calor en función de lo que pregunta la gente. Y en Madrid, por ejemplo, puedes encontrar sitios que están totalmente en sombras. Puedes generar que pueda haber también eventos, espacios culturales o gastronómicos en zonas menos turísticas o indicar a qué horas es mejor acudir a visitar un monumento porque hay menos gente. El reto de los destinos está en saber un poco la ocupación como si fuese un estadio de fútbol, cuánta gente entra e ir derivando”, explica Andrés Martínez, CEO y cofundador de iUrban.

Esta startup ha lanzado Cicerone con IA generativa, la primera oficina de turismo con IA generativa, una tecnología que ayuda a los gestores de los destinos a conocer mejor a los turistas para diseñar estrategias adaptadas a sus demandas y a los turistas a organizarse viajes a medida en base a sus preferencias y/o necesidades como puedan ser más demanda de información sobre playas y lugares para mascotas o para autocaravanas.

“Se trata de dar herramientas a los destinos para que sus turistas sean más autónomos y no vayan a los restaurantes donde comisionan. Proponerles que vayan a sitios más locales o no tan turísticos y repartir un poco el juego. Esa sería una de las misiones que tienen los destinos”, dice Martínez.

Turismo local

Otra clave para la sostenibilidad del turismo está en que una mayor parte de los ingresos que genera esta actividad quede en las comunidades que reciben a los turistas. Así, hay oportunidades para empresas como Evaneos, “una plataforma donde los viajeros pueden contactar directamente con agencias locales expertas que están basadas en el destino donde se viaja y todo eso en español. El objetivo es crear un viaje completamente a medida facilitando la comunicación entre el viajero y la agencia, una agencia experta en el territorio, no solo un guía local”, explica Viola Migliori, directora para el sur de Europa de Evaneos.

Viajes a medida más turismo responsable. “La idea de Evaneos para crear un turismo más sostenible pasa por tres puntos diferentes. Uno, la redistribución de los flujos financieros de toda la industria del turismo porqueya sabemos que entre el 50 y el 75% de los flujos de la industria no se quedan en el destino donde viaja el turista. Viajar sin intermediarios permite garantizar que el 85% por lo menos de lo que el viajero invierte en su viaje se queda en el destino porque se queda en la agencia local y toda su red de proveedores. Dos, la redistribución de los flujos de turistas para reducir el overtourism: según las estadísticas, el 95% de los flujos de turistas hoy se concentran en el 5% de los destinos del mundo. Proponer destinos alternativos para reducir esa tendencia e impulsar viajes, también, fuera de temporada. El tercer punto es la descarbonización. El turismo es responsable del 8% de las emisiones de gas de efecto invernadero en el mundo y el 75% del impacto es debido a los transportes internacionales para llegar al destino. En Evaneos nos apoyamos en expertos como South Pole para medir exactamente el impacto de nuestros viajes y buscamos formas de reducirlo. Por ejemplo, impulsando la oferta de viajes en tren y suspendiendo todas las escapadas urbanas de menos de cinco días alcanzables solamente en avión. También, revertir las emisiones con la compra de créditos de carbono para reducir la huella de carbono”, apunta Viola Migliori.

Diseño de ecociudades

“La IA ayuda muchísimo a la mejor comprensión de la situación en la que nos encontramos y a dibujar escenarios futuros que nos permitan tomar decisiones de cómo podemos atender los problemas que actualmente son tan acuciantes de cambio climático para mejorar entre otras cosas y ya de manera más específica la habitabilidad de las ciudades. La IA permite hacer análisis de datos a gran escala e interpretar esos datos para tomar decisiones que ayuden a hacer más sostenibles las ciudades. Por ejemplo, nosotros trabajamos con datos geoespaciales, nos conectamos con los satélites que orbitan la Tierra y utilizamos data share de más de 20 años, con esa información podemos identificar islas de calor, donde están las zonas calientes de la ciudad, tanto de día como de noche, los subdividimos por la tipología y morfología de la infraestructura y construcciones del lugar y con eso podemos ayudar a planificar ciudades más sostenibles, determinar la mejor inversión en infraestructuras, identificando los materiales que no concentren el calor, así como los mejores aislantes para reducir también el uso de aire acondicionado”, explica Pablo Quesada, CTO y cofundador de Agforest. “Se trata de identificar siempre lo mejor para un lugar concreto. Trabajamos siempre a nivel territorial, todo ocurre en un lugar, en unas coordenadas específicas, determinamos donde está el problema y planificamos cuánto estamos consiguiendo reducir esa isla de calor y en qué medida compensa en función de lo que cuesta el cambio”, añade Quesada.

Eliminar residuos nocivos

“Otra área que trabajamos es la detección y eliminación de amianto, que es la punta de lanza de nuestro servicio. Hacer una gestión más inteligente de un residuo que es peligroso para la salud pública y aparte es contaminante. Es un problema a la hora de gestionarlo. Identificamos el material y lo sustituimos por cubiertas que sean eficientes energéticamente, conectando a los agentes implicados. Actuamos siempre en todos los proyectos como el partner tecnológico que aplica IA para comprender mejor todo el problema y sus soluciones, incluido el estudio de viabilidad, el análisis de riesgo para la entidad financiera que lo vaya a financiar…”, explica Quesada.

“La gestión del amianto es una necesidad y un problema muy costoso. No hay dinero en Europa para retirar todo el amianto que existe. Es una barbaridad. Estamos hablando de más de 5 millones de toneladas de amianto solo en España. Ya hay empresas que están buscando la forma de hacer un tratamiento de ese residuo para volver a darle una segunda vida en lugar de enterrarlo en el suelo como se hace ahora, pero no es fácil porque el tratamiento del residuo es bastante caro para el precio de venta que puede tener ese segundo producto en el mercado”, apunta Pablo Quesada.

Gestión del agua

Hay oportunidades en tecnología de IA que ayude a “reducir pérdida de agua potable por fugas de agua. En España alrededor del 30% del agua potable se pierde por fugas porque tenemos unas infraestructuras tremendamente anticuadas y mal gestionadas. La IA nos ha ayudado a reducir hasta en un 50% ese porcentaje de pérdidas introduciendo variables como el material de la tubería, su diámetro, la cantidad de metros cúbicos que mueve, si es una red principal o no, etcétera”, dice Pablo Quesada.

Nuevos mercados de carbono

“El mercado de créditos de carbono para nosotros es un potencial nicho de mercado muy grande. Hasta ahora se medía la huella de carbono, es decir, cuánto CO2 estoy emitiendo a la atmósfera por mi actividad, pero no se ha evaluado cuánto CO2 se puede capturar. Nosotros lo hacemos con los árboles, parques y jardines de una ciudad, suelos permeables, zonas lacustres… Todo eso son también sumideros de carbono que nunca se ha evaluado en qué medida están capturando y desde ese punto de vista se está creando un primer marketplace de este tipo de créditos que ya no son simplemente me voy y creo un nuevo bosque plantando pinos, los propios parques y jardines de la ciudad pueden ser también capturadores de carbono y nosotros tenemos una de las tecnologías pioneras para ese cálculo”, comenta Pablo Quesada.

Tecnología de medición

“Ahora se habla mucho de cómo podemos conseguir procedimientos y metodologías que sean comunes a todas las ciudades mediterráneas, por ejemplo. Hay una serie de riesgos que hay que afrontar de una manera común o a través de metodologías y procedimientos comunes. De lo contrario los datos no son extrapolables. El mercado de sostenibilidad que está emergiendo va a empezar a buscar una uniformidad de cómo hacer los procedimientos y habrá distintas herramientas que se llevarán el gato al agua. Y una bastante potente es el sector donde nosotros nos encontramos, sin ninguna duda”, explica Pablo Quesada.

Gestión de datos urbanos

Hay muchas oportunidades en torno a lo que se llama la economía del dato. “La estrategia de la Comisión Europea, a diferencia de EEUU o China, que en EEUU quien tiene el poder de los datos son estas grandes compañías como Amazon, Uber, etc. en China es el gobierno y en Europa se quiere desarrollar la soberanía del dato de quien lo produce. Es decir, la soberanía del dato de las personas y de las empresas para favorecer que haya un intercambio de valor. Es decir, yo cedo mis datos a una empresa a cambio de algo y con ellos las empresas pueden ver cómo mejorar su mercado, cómo mejorar sus operaciones, cómo mejorar su relación con el cliente… Esto ahora mismo se está potenciando muchísimo”, explica Sergio Díez, director de Conected Mobility Hub y cofundador de MOVENS. “Si tienes acceso a más datos y variados puedes construir una información mucho más relevante y de más valor que a día de hoy no existe. Esa es la idea, por un lado el acceso a los datos y por otro lado el saber qué hacer con los datos. Que sirvan para casos de uso que sean relevantes”, añade Díez.

“En MOVENS estamos muy centrados en todo lo que tiene que ver con espacios de datos compartidos para mejorar la sostenibilidad en las ciudades, acabamos de sacar nuestro propio producto ARAIS.IO, un producto de información para el cambio. Es decir, ahora mismo hay información sobre la oferta de movilidad en las ciudades, pero falta información para entender cómo hacer un cambio en una ciudad a diferentes niveles. Por ejemplo, ahora estamos trabajando en un caso de uso de movilidad al trabajo. Analizamos cómo se mueve la gente a un centro empresarial y con IA vemos el potencial que hay de que una parte de la gente pase a otras formas de movilidad, como transporte público mejorado, carsharing, carpooling, a movilidad activa (ir andando o en bici la gente que vive en sitios cercanos) y qué medidas se pueden poner en marcha para ello. Es información para tomar decisiones o mejorar las operaciones. Para cambiar y hacer las ciudades más eficientes y más sostenibles”, comenta Sergio Díez.

Ciudad de proximidad

“Otro caso de uso puede ser cómo fomentar la ciudad de proximidad, es decir, cómo fomentar los desplazamientos cortos en las ciudades. Puedes analizar cómo está el estado de las infraestructuras y qué pasa si meto más carriles bicis o más estaciones de bicis, puedes predecir cómo se puede comportar la gente en función de las infraestructuras que tienen, por ejemplo, qué desplazamientos hacen para hacer qué o si hay mucha gente que hace desplazamientos largos para comprar equis te puedes preguntar, oye, y por qué no pones aquí una tienda de equis. Toda esa parte de ciudad de proximidad es otro caso de uso en el que trabajamos para hacer las ciudades de 15 minutos”, añade Sergio Díez.

“También con la logística. Si yo entiendo cuáles son los eventos que están pasando en un momento en la ciudad, cómo se está ocupando el carril de carga y descarga, los operadores logísticos pueden planificar mucho mejor sus rutas y se pueden ahorrar un 20% en costes y en CO2. Ese es otro ejemplo”, continúa el director de Conected Mobility Hub.

“Nos han pedido también estudiar cómo unir comunidades energéticas con movilidad compartida eléctrica. Las comunidades energéticas, coges a un grupo más o menos grande de gente, que también tiene necesidad de desplazarse, y puedes unir ese autoconsumo con la recarga de coches eléctricos compartidos, puedes entender en función de cómo se mueven, qué necesidades se podrían cubrir con un carsharing compartido eléctrico que esté además cargado con esa energía autoproducida en una zona de comunidades energéticas que puede ser en un entorno urbano perfectamente. O cómo desplegar de forma eficiente los puntos de recarga de una ciudad. Dónde está la demanda de coches eléctricos, cómo predecir cómo va a evolucionar esto en el tiempo. Fíjate en todas las inversiones que se hacen en cargadores eléctricos que se ponen como churros sin sentido. Los datos te permiten hacer todo esto”, añade Sergio Díez.

Movilidad

“Una nueva ley de movilidad sostenible obliga a las empresas con más de 500 trabajadores a desarrollar planes de movilidad al trabajo. Se ve ala empresa como un generador de movilidad, porque empleados tienen que acudir al trabajo, en la mayoría de los casos, y por ello se les obliga a desarrollar planes de movilidad sostenible. Incentivos para el uso del transporte público, la bici y otros medios sostenibles”, explica Sergio Díez.

Para dar respuesta a esta necesidad, “tenemos como clientes a empresas de carpooling o de rent a car para analizar las opciones que tienen para ofrecer sus servicios en un centro empresarial. Nosotros sabemos cuánta gente sale durante el día, qué recorrido hacen, cuánto les cuesta ir en taxi y qué alternativa tenemos en el carsharing. Ellos nos contratan para tener estos análisis”, comenta el cofundador de MOVENS.

“En la parte de logística ofrecemos información a plataformas de smart cities, consultoras de planificación urbanística, de planificación de la movilidad, operadores de metro y de bus, o eléctricas que quieren hacer un despliegue para unir comunidades energéticas con carsharing eléctrico compartido”, añade Díez.

Net Zero City

“El desarrollo del concepto de Net Zero City, que es lo que más en boga está ahora. Ya no se analiza la ciudad como diferentes compartimentos estancos de movilidad, energía, circularidad, y tal. Sino que ahora se ve de una forma mucho más holística. Es decir, un análisis sistémico si lo quieres llamar de un entorno no de un topic, movilidad, sino de un entorno, porque está todo muy relacionado. Imagínate la movilidad eléctrica con la generación de energías renovables, con las redes de energía, con la eficiencia de los edificios, comunidades energéticas… eso ligado a la edificabilidad con el urbanismo, los espacios multiservicio, en función de cómo hagas el urbanismo los edificios, las calles, todo íntimamente relacionados. Esa es un poco la tendencia que hay cuando hablamos de la sostenibilidad en las ciudades. Por supuesto los datos es algo transversal a todo”, dice Sergio Díez.

Infraestructuras para vehículos eléctricos

Hay oportunidades en la gestión de puntos de recarga para vehículos eléctricos, pero buscando un nicho en el que no están las grandes: lugares de paso como centros comerciales, hospitales, clubes deportivos, marinas y puertos, restaurantes… o “carga de destino”, como los llama José Luis Aguirre, coCEO de Eranovum, una empresa que ha encontrado su hueco desplegando “puntos de recarga en lugares donde el coche va a estar parado durante un tiempo mientras tú haces algo”.

“España está un poco a la cola de la penetración del vehículo eléctrico. En los países nórdicos están ya en el 80% de ventas de vehículos eléctricos, en Centro Europa en el 40% y nosotros en el 10%. Entonces, hay mucho por hacer y eso genera oportunidades. Lo que pasa es que, obviamente, va vinculado a una incertidumbre de cuánto tiempo se tardará en impulsar el mercado. La principal barrera es el precio y la barrera psicológicas de que no hay suficientes cargadores. Hay que acabar con esa barrera, ya no solo con cargadores en autopistas, sino también en el entorno de la ciudad como puede ser el supermercado de tu esquina o el club de pádel al que vas todas las semanas”, explica.

Además, ellos mismos gestionan esos puntos con otra línea de negocio, la producción de energía renovable. “Invertimos y gestionamos infraestructura de recarga para vehículos eléctricos y tenemos la peculiaridad de que también estamos en la generación de energía renovable. Generamos nuestra propia energía que luego se distribuye en nuestros puntos de recarga y así garantizamos que un usuario de vehículo eléctrico cuando hace una recarga con nosotros utiliza energía 100% renovable”, explica José Luis Aguirre.

“Nuestra apuesta por una gestión eficiente de la energía nos lleva a una mejora de la reducción de emisiones de CO2 y a una gestión de precio final, ofrecemos estabilidad en precios porque nosotros mismos tenemos la gestión de la energía. Esa es nuestra propuesta de valor diferencial. No nos limitamos a instalar puntos de recarga, sino que también asumimos la gestión y la operativa”.

Instalaciones y mantenimiento de movilidad eléctrica

“Hay también oportunidades para empresas de instalación eléctrica y de mantenimiento para infraestructura de recarga de vehículos. Nosotros no tenemos un equipo de instaladores contratamos empresas locales que conocen la zona, que conocen las empresas eléctricas de la zona. Ahí creo que se va a generar también mucha inversión en infraestructura y muy descentralizada, al final eso reparte las oportunidades, reparte la riqueza por toda la geografía española”, comenta José Luis Aguirre. Y añade: “También para fabricantes de equipos. Han salido nuevos fabricantes que antes se dedicaban a fabricar otros componentes eléctricos y que ahora han visto una oportunidad para diversificar en los cargadores eléctricos”.

Trazabilidad

“Estamos viendo muchas empresas de tratamiento de datos y de trazabilidad con blockchain, que están entendiendo que la economía circular es uno de los sectores donde tienen más potencial”, apunta David Ceniceros.

Esa trazabilidad se aplica a cadenas de producción de alimentos, por ejemplo, para certificar que se producen de forma sostenible. Para servicios como los hoteles, impulsados por la necesidad de “reducir el overtourism. Está aumentando el número de empresas que buscan hacer certificaciones como Travelife. El 75% de los viajeros de todo el mundo quieren viajar de manera más sostenible pero a veces ni siquiera sabe dónde encontrar esas fórmulas o qué es un viaje más sostenible”, comenta Viola Migliori.

O en artículos de moda o de mobiliario, como Traza Furniture. “Somos diseñadores y nos dimos cuenta de que hacía faltauna distribuidora que conozca muy bien a sus proveedores y que analice donde se produce cada pieza de mobiliario, de dónde son las marcas, de donde sacan la materia prima, dónde tienen los centros logísticos, si cuentan con certificaciones de calidad… Traza filtra las marcas por su huella de carbono con todos estos parámetros para que el cliente (interioristas, arquitectos, hoteleros o cliente final) pueda entender y hacer una compra consciente respecto a lo que está comprando”, explica Manu Bauzá, cofundador y CEO de Traza Furniture. “Hoy en día hay muchas marcas de muebles que venden sostenibilidad, incluso el ecodiseño, pero cuando miras más en profundidad hay muchas cuestiones que no se tienen en cuenta, como donde tienen el centro de fabricación principal, de donde sacan la materia prima, si tienen tóxicos al fabricar, si la madera es ESG, hay muchos componentes que se tienen que mirar”, añade.

“No es un sello de calidad. Las marcas están saturadas de sellos. Es una clasificación de los proveedores. Nosotros somos Bcorp e intentamos que las marcas que quieran trabajar con nosotros también apliquen medidas similares. Por eso también medimos la parte interna de la empresa, no solo el producto. Cómo trabajan las empresas a nivel laboral, cómo funcionan a nivel fiscal. Hay marcas que ya ofrecen información sobre el producto, de dónde sacan la materia prima, etc. pero falta mucha información clave. Nosotros cogemos toda esa información para poder comparar bien”, comenta Manu Bauzá.

Una idea que ellos han aplicado al mobiliario pero que se podría aplicar a muchos productos. De hecho, ellos se inspiraron en el mundo de la moda. “Existe un portal que se llama Good on you que da una nota a cada una de las marcas de ropa para que tú compres de una manera más consciente. Creo que los consumidores estamos saturados de información por todo y ya no sabemos diferenciar. Hacen falta filtros para ponerles la información más fácil y ágil, para que puedan comparar bien entre las marcas. La trazabilidad es necesaria para controlar toda la cadena de valor y es aplicable a todos los sectores”.

“Estamos trabajando conjuntamente con Habic que es un cluster de España de tema de mobiliario que está desarrollando un pasaporte digital que justamente es un QR que de aquí a unos años estará implementado en todas las piezas de mobiliario para que puedas escanearlo y saber toda la información, desde el agua que se ha usado, de donde viene la materia prima, donde está fabricado… estamos empujando un poco hacia esa dirección con el cluster”, añade Bauzá.

Energía renovables

En un sector tan diverso y ya maduro en muchos aspectos como es el de las energías renovables, hay oportunidades en la aplicación de tecnología de IA para una mejor gestión de todos los procesos. “En noviembre se celebró en Dubái la COP25 y se fijó el objetivo de triplicar de hoy a 2030 la cantidad de energías renovables que hay a nivel mundial. No fue el único objetivo que se trazó, pero sí el más importante porque denota que a nivel mundial el desarrollo de la energía renovable es un objetivo fundamental. Las oportunidades son ilimitadas. Nosotros en España hemos sido pioneros en el desarrollo de energías renovables, hemos ido desarrollando tanto eólica como fotovoltaica, tenemos una gran cuota de generación de esta tecnología, pero a nivel europeo, a nivel mundial, hay una gran oportunidad de exportar conocimiento, tecnología, experiencia porque España es uno de los mercados más importantes en energía renovables. Y eso es una gran oportunidad”, explica Antonio Delgado Rigal, fundador y CEO de AleaSoft.

Hay oportunidades en la aplicación de la IA “para hacer la previsión de los precios del mercado eléctrico y para predecir los consumos eléctricos con la producción de energía renovable que vamos a tener. En el caso de la energía eléctrica es importante saber cuánto se va a consumir para producir exactamente lo necesario. Hacemos previsiones en el muy corto y en el largo plazo. De dos minutos a 30 o 40 años de previsión”.

La aplicación de IA “no solo en el campo que nosotros estamos trabajando, que es el tema de las previsiones, sino también en otros campos como la optimización de proyectos de almacenamiento”.

Hidrógeno verde

Dentro de las energías renovables, una fuente de oportunidades está en el desarrollo del hidrógeno verde. Aunque son ya proyectos a más largo plazo y con mucho I+D+i. “Si pensamos en el cambio climático es un reto que todos estamos viviendo y que será resuelto en parte por la electrificación, pero los combustibles renovables también tendrán un papel fundamental en la industria, los aviones, barcos, etc. Y el gran reto del Hidrógeno Verde, la opción menos contaminante, es que es muy caro de producir comparado con las alternativas menos contaminantes. Ahí está la gran innovación de Matteco”, explica Iker Marcaide, cofundador y CEO de Matteco, una startup de tecnología de nuevos materiales para reducir el coste de producción del hidrógeno verde. “Catalizadores y electrodos, unos componentes que forman parte de los electrolizadores, pero que hacen este proceso de generación de hidrógeno de manera mucho más eficiente y reduciendo en gran manera el coste de producción del hidrógeno y con ello acercando la posibilidad de que el hidrógeno verde sea competitivo frente a otras alternativas. Los clientes son los fabricantes de electrolizadores de todo el mundo de ciertas tecnologías”, añade Marcaide.

El hidrógeno verde será el combustible principal en industrias de refino, químicas, metalúrgicas y de cemento, por ejemplo. También en empresas de transporte por carretera, ferroviario, marítimo y aviación, lo que abre oportunidades para la producción de pilas de combustible de hidrógeno e hidrogeneras.

Pero sirve también para transportar energía renovable un negocio en el que España puede ocupar un lugar de liderazgo a nivel mundial. De hecho, España es el segundo país del mundo en volumen de proyectos, solo por detrás de USA.

“El hidrógeno te permite exportar tus energías renovables. En España la solar, por excelencia, en ciertos países nórdicos la eólica. Puedes generar energía renovable, almacenar esa energía en hidrógeno, que más que un combustible es un vector energético y exportarlo a medio mundo”, explica el CEO de Matteco.

Europa y EEUU están empujando mucho por la propia política pública. Y luego hay regiones como Oriente Medio que también están viendo esto como una gran oportunidad”.

“Las estrategias de hidrógeno son a 2030. Asumir que hay que esperar a 2030 para que tenga un papel fundamental en la economía. A día de hoy son proyectos piloto, proyectos en pequeña escala, proyectos que se anuncian pero que tardarán dos o tres años en estar implementados”.

Un mercado que en esa escala exige fuertes inversiones pero que va a impulsar también la aparición de muchas pymes. “El mundo de los electrolizadores y de hidrógeno se asemejará a sectores como el automóvil. Habrá una serie de empresas de mayor tamaño en la cadena de valor y muchísimas pymes en distintos puntos de la cadena de valor”, comenta Marcaide.

Nuevos materiales

“Aunque hemos empezado con el hidrógeno nuestra aspiración es también nuevos materiales para un futuro mejor. Nuevos materiales dentro del espacio de la electroquímica que puedan contribuir al cambio climático. Y, por ejemplo, lo que hemos visto hasta ahora es la emergencia de grandes empresas tecnológicas en torno a las baterías. Nos hemos centrado en lo que podemos vender y ofrecer al mercado hoy, que sabemos que funciona y que podemos integrar. A partir de ahí, la idea es construir toda una plataforma de nuevos materiales. Materiales que se aplican en todos los lados pero, pensando en cambio climático, hablamos de baterías, CO2, toda la economía que se está desarrollando en torno a la captura de CO2, hidrógeno… son algunos casos de uso”, explica Iker Marcaide.

Pilar Alcázar