3 errores comunes en email marketing

La primera vez que la gente mira un anuncio, ni siquiera lo ve.
La segunda vez, no se dan cuenta.
La tercera vez, son conscientes de que está ahí.
La cuarta vez, tienen una fugaz sensación de que lo han visto antes.
La quinta vez, leen el anuncio.
La sexta vez, lo curiosean.
La séptima vez, les empieza a irritar un poco.
La octava vez, empiezan a pensar «otra vez el maldito anuncio».
La novena vez, se empiezan a preguntar si se están perdiendo algo.
La décima vez, preguntan a sus amigos y vecinos si lo han probado.
La undécima vez, se preguntan cómo puede el anunciante pagar tantos anuncios.
La duodécima vez, empiezan a pensar que debe tratarse de un buen producto.
La decimotercera vez, empiezan a sentir que el producto tiene valor.
La decimocuarta vez, empiezan a recordar que desde hace tiempo desean un producto así.
La decimoquinta vez, empiezan a anhelarlo por no poder permitírselo.
La decimosexta vez, aceptan que lo comprarán en algún momento.
La decimoséptima vez, anotan que tienen que comprar el producto.
La decimoctava vez, maldicen que la falta de dinero no les permite comprarlo ya mismo.
La decimonovena vez, cuentan cuánto dinero tienen con mucho cuidado.
La vigésima vez que el cliente potencial ve el anuncio, compra lo que está ofreciendo.
—Thomas Smith, 1885.

Si piensas que enviar emails con frecuencia, publicar en RRSS todos los días o hacer publicidad es ser pesado, estarías dejando de usar una de las armas más efectivas para vender.

El poder de la repetición.

Pero claro, repetir un mensaje de forma eficaz no es tan sencillo.

Sí, el objetivo siempre es el mismo: conseguir vender tu curso o conseguir un formulario de contacto de un posible cliente.

Pero ésto no consiste en repetir exactamente lo mismo una y otra vez. Hay que usar ángulos diferentes, ya que la línea de divide el poder de la repetición del spam es muy fina.

Por eso, hoy te traigo 3 errores bastante comunes a la hora de vender por email.

De esos que sí que pueden hacer que tus lectores dejen de abrir tus emails y empiecen a considerarte spam (o un pesado ????)

(Tranquilo, yo creo que todos los hemos cometido alguna vez).

Error número #1 – Tratar de enseñar todo en un correo

Este es un error habitual a la hora de vender por email marketing, que es tratar de describir todo lo que incluye tu producto o servicio en un solo email.

Eso puede funcionar cuando vendes algo pequeño y sencillo de explicar, como por ejemplo una masterclass en vídeo.

Pero cuando vendes productos más avanzados, con soporte, con diferentes tipos de contenidos o de entregables, ya la cosa se complica.

E intentar meter toda la información en un solo email es un error.

Abruma y no es fácil de asimilar por el lector.

Lo ideal es que tengas una página de venta para tu producto o servicio y que todos los emails acaben con un enlace hacia esa landing.

La página de venta se encargará de la parte objetiva de la venta.

Es decir, ahí es donde está toda la descripción de tu producto o servicio (aunque con copy, para hacerlo más atractivo, claro).

Mientras que los emails se encargan de la parte emocional.

Es decir, corresponde al email hacer que la persona tenga el deseo y las ganas de ver lo que ofreces (y de comprar).

Así que no trates de explicar todo tu producto en un email. Déjale ese trabajo a la página de ventas.

El email debe centrarse en generar el deseo de compra.

Una de las cosas que puedes hacer es centrarte en hablar en cada email de una sola parte del producto y de todos los beneficios que esa parte ya conlleva para tu cliente.

Eso hará que tu lector piense que si solo esa parte de tu producto o servicio ya es tan buena, el conjunto de todo lo que ofreces tiene que ser la leche, ¿no?

Otra cosa que puedes hacer también es proyectar al lector hacia el futuro, y dibujar en su mente lo que puede conseguir tras haber trabajado contigo.

Error número #2 – Forzar la venta tratando de convencer con argumentos

Los que lleváis un tiempo leyéndome ya me habréis oído decir esto más veces, pero es que es importante.

Evita a toda costa parecer desesperado por vender.

No hay nada que genere más rechazo en un cliente.

Seguro que alguna vez has ido a alguna tienda y el vendedor ha estado presionándote con mil argumentos para tratar de venderte algo hasta hacerte sentir incómodo.

No presiones. No fuerces nada.

No trates de vender.

Es mejor dejar que el cliente tome la decisión de compra.

Quítate de la mente la idea de que tienes que vender porque tu producto es genial y necesitas vender.

No hay que argumentar por qué la gente tiene que comprar, lo que hay que hacer es dar ganas de comprar.

Tú eres el premio. Tú eres la solución a sus problemas.

¿Una forma de hacer esto?

Buscar el no.

Di a qué tipo de clientes no vas a atender. O explica qué características tienen los clientes a los que sí atiendes. Así reforzarás la imagen de exclusividad y de que tú eres el premio.

Piensa, ¿cómo escribirías si tuvieses todos los problemas de dinero solucionados?

¡Ah! Y evita a toda costa la fanfarronería, buscar la aprobación, el miedo a ofender, la amabilidad excesiva, poner al cliente en un pedestal, suplicar atención, etc…

Todo ello deja entrever la necesidad.

Error número #3 – No despertar emociones

Si tus emails no reciben respuesta es porque no estás despertando ninguna emoción en tus lectores.

Agítalos más, hazles sentir incómodos, haz que se enfaden, haz que pasen vergüenza, hazles reír… lo que sea, pero hazles sentir algo.

(El humor es un buen arma de ventas).

No hay nada peor que no hacer sentir ninguna emoción en tus lectores. Entonces pasarán de ti y ni te contestarán ni te comprarán nada.

Además, la compra es un acto con un gran peso emocional (por mucho que luego busquemos razones para justificarnos después de haber gastado mucho dinero en algo).

Por eso, como he dicho antes, tus emails tienen que generar deseo. Emoción. Ganas de comprar.

¿Un consejo?

Ten opinión propia y no temas ofender ni ponerte contra las creencias preestablecidas de tu sector.

La indiferencia mata a las ventas.

Y más si estás en un sector donde tienes un montón de competidores y la estrategia para que te elijan a ti consiste en bajar los precios.

Dime, ¿cometías o estás cometiendo alguno de estos errores en tu estrategia de email marketing?

Si tuvieras que añadir un cuarto error, ¿cuál añadirías?

¡Nos vemos!

Borja