Caso Nude Project

Si quieres entender el poder de construir comunidad de marca, el caso de la streetwear española Nude Project es obligado. Esta marca, fundada en 2019 por dos amigos de 18 años en un dormitorio universitario, pasó de vender camisetas a colegas a facturar millones con una legión fiel de seguidores. ¿Cómo? Con una estrategia donde la comunidad es reina, el storytelling es genuino, y los influencers son parte orgánica del ecosistema.

Veamos sus claves y cómo podrías adaptarlas:

1. Una marca que es movimiento (espíritu de comunidad):

Desde el inicio, Nude Project no quiso solo vender ropa, sino crear una tribu. Bruno y Álex compartían en redes no solo productos, sino una filosofía que conectó con jóvenes inconformistas. Bautizaron a su público como cult (culto), generando pertenencia. Hoy, esa comunidad trasciende la compra: lucen la marca como estandarte, participan en grupos y eventos.

Identifica lo que une a tu audiencia y fomenta ese sentimiento colectivo. No es cliente, es miembro.

2. Storytelling auténtico (los fundadores son la historia):

La historia real de Nude Project es una ventaja: dos chavales, 600€ y camisetas diseñadas en un cuarto. Y lo cuentan sin filtro. En su podcast semanal, comparten aprendizajes e invitan a referentes culturales (Quevedo, Marc Gasol…), reforzando su universo.
¿La clave? Humanizan la marca y generan confianza.

Cuenta tu historia, aunque sea modesta. La gente se engancha más a relatos reales que a anuncios pulidos.

3. Influencers integrados, no simples promotores:

La genialidad está en integrar influencers en la narrativa. En lugar de campañas clásicas, Nude Project organizó una mansion experience en Ibiza con 30 celebridades (Nicki Nicole, Ronaldinho, youtubers…), generando toneladas de contenido orgánico.
Lo mismo pasa en su podcast: los invitados entran en su mundo, no solo promocionan.

Colabora con referentes que se involucren genuinamente. Un webinar, un evento pequeño, una charla… Lo importante es que aporten valor real a tu comunidad.

4. Experiencias y exclusividad (más allá de lo digital):

Nude Project entendió que una comunidad se construye también fuera de la pantalla. Hicieron pop-up tours con filas de fans, y eventos experienciales como la mansión en Ibiza. ¿El resultado? FOMO, lealtad y momentos memorables.

No necesitas una mansión. Una reunión en un coworking, un directo privado, o un grupo con Q&A mensual pueden marcar la diferencia. Lo importante es recompensar a tu comunidad con vivencias únicas.

5. Co-creación y sentido de pertenencia:

Otro acierto: involucran a la comunidad en decisiones. Desde concursos de diseño hasta encuestas creativas (“¿logo azul o verde?”). Así, el fan siente que participa en la construcción de la marca.

Pide feedback, haz encuestas, invita a crear contenido contigo. Cuando alguien ve su aporte reflejado, pasa de cliente a embajador fiel.

¿Cómo adaptar estas claves a tu proyecto?

Cada proyecto es único, pero el fondo es común: poner a la comunidad en el centro. No se trata solo de vender, sino de construir relaciones. Empieza mostrando tu cara, creando canales directos (Telegram, newsletter) y tratando a tu audiencia como aliados.

Como dice Nude Project: la comunidad es tu escudo y tu motor. Si logras que tus clientes se sientan parte de algo especial, tu marca tendrá embajadores incluso sin hacer anuncios mañana.

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