Cada vez son más los emprendedores que buscan poner en marcha un proyecto con impacto social. Así lo avanzó el último Informe Especial GEM sobre Emprendimiento Social. Este estudio refleja que los negocios iniciados por emprendedores sociales aumentaron en la mayoría de regiones del mundo, incluida España.
El emprendimiento social se define como un tipo de iniciativa que promueve mejoras en la comunidad local, regional o global a partir de un proyecto viable. Este tipo de negocios suelen basarse en la innovación y ayudan a colectivos concretos, como pueden ser las personas con discapacidad o los mayores. También son cada vez más comunes aquellos negocios que promueven una mejora en el medio ambiente.
Sin embargo, la empresa con impacto social, como cualquier otro negocio, necesita cierto capital para su apertura, crecimiento o mantenimiento. Aunque la mayoría de veces las vías de financiación de este tipo de proyectos son muy similares a las de cualquier otro, pueden tener en ocasiones un abanico de opciones más amplio para conseguir capital.
A continuación, los expertos del Blog de CaixaBank explican las principales vías de financiación disponibles, entre ellas las ofrecidas por MicroBank, su banco social, para conseguir capital al poner en marcha una empresa.
Opciones que tienen los emprendedores para financiar un negocio social, según el Blog de CaixaBank
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Fondos propios de las personas fundadoras o de sus familiares y amigos
La primera de las alternativas para financiar una empresa social es también la más común en cualquier otro tipo de negocio. Los socios fundadores acostumbran a ser los primeros en poner capital y tiempo propio para poner en marcha la empresa.
Además, este tipo de emprendimiento social es muy vocacional y tiende a relacionarse con alguna situación personal del pasado de los socios, por lo que resulta normal involucrar a familiares en la financiación del proyecto, sobre todo al principio.
Con frecuencia, las empresas tienden a financiarse mediante préstamos o donaciones muy cercanas, como los padres y el resto de los familiares, los amigos cercanos e incluso personas algo más periféricas que confían en la idea original, como conocidos o amigos de amigos que han escuchado algo sobre el proyecto.
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Crowdfunding o financiación participativa
Según el Blog de CaixaBank, el mecanismo de crowdfunding o micromecenazgo es una de las formas que utilizan cada vez más empresas sociales para financiarse, precisamente por su vertiente de apoyo a la sociedad que forma la «multitud» (crowd en inglés). La financiación participativa se adapta perfectamente a este tipo de empresas, que buscan algo más allá del dinero.
Cada vez existen más modelos de crowdfunding, aunque destacan la donación, la recompensa y la inversión. En el primero, los envíos de dinero se realizan sin retribución, sin esperar nada a cambio y de forma solidaria y altruista. En el segundo, el envío de dinero recibe a cambio algún tipo de objeto o servicio, como un libro o una taza. El tercero es más clásico: el inversor busca recuperar el capital, a menudo con intereses.
La financiación participativa social puede usar cualquiera de los tres, e incluso una combinación de ellos junto a otras vías.
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Leasing, factoring y confirming, herramientas de financiación
Según el informe La financiación de la pyme en España de Cesgar, instrumentos financieros como el leasing -contrato de alquiler con opción a compra-, el confirming -aplazamiento del pago de las facturas al ser respaldadas por una entidad financiera- y el factoring -adelanto del pago por parte de los cliente- ayudan a muchas pymes a financiarse, aunque no sean formas masivamente aceptadas. Según CaixaBank, algo más del 12 % de las empresas hace uso del leasing, tan solo un 2,8 % usa el confirming y el factoring lo emplea el 1,7 %.
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Business angels, capital externo de personas expertas
Los business angels son otro de los apoyos importantes para toda empresa que busque capital, y no todos buscan una inversión con altos retornos de capital o con algún retorno.
La filantropía tiene múltiples vertientes y perfiles, según el informe de CaixaBank e IE University sobre el perfil de los filántropos españoles. Pero sea cual sea el porqué, el qué o el cómo del filántropo, financiar las empresas sociales entra en su ámbito de acción.
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Deuda mediante la solicitud de crédito bancario
Dice el Banco de España en su análisis sobre la evolución económica reciente de las pymes españolas y de su acceso a la financiación externa, de enero de 2023, que «los préstamos bancarios son la principal fuente de financiación para las pymes».
Este tipo de préstamos han sido muy estables en el tiempo, con una notable caída durante la COVID-19. Pero incluso entonces el 27 % de las necesidades de liquidez se satisfizo mediante préstamos bancarios, según otro estudio del BdE.
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Préstamos sociales: financiación con impacto social
Por otro lado, existen también instrumentos de financiación de empresas sociales diseñados a la medida de las necesidades de estos negocios.
Según CaixaBank, los préstamos sociales, como el Préstamo Empresa Social de MicroBank, son un ejemplo dirigido a proyectos que persiguen metas más amplias que el beneficio económico, respetuosos con el medio ambiente, responsables y sostenibles. Este préstamo es viable gracias al Fondo Europeo de Inversiones (FEI) e InvestEU.