La IA parece abocada a operar cambios de primerísimo orden de nuestras vidas en los años venideros. Así lo augura más de la mitad de los españoles. Sin embargo, las opiniones sobre la senda (buena o mala) por la que discurrirán tales cambios están a merced de una fuerte polarización.
El instituto de investigación de mercados Ipsos ha emprendido en 31 países diferentes un estudio sobre las potenciales áreas de aplicación de la IA y sobre los efectos de esta tecnología. En España el 61% de los consumidores consultados vaticina que los productos y los servicios que usan la IA cambiarán de manera radical su vida cotidiana en el transcurso de los próximos tres y cinco años. Y el 41% considera que esta tecnología ya ha ocasionado a día de hoy cambios fundamentales en su vida cotidiana.
No parece haber, por otra parte, consenso a la hora de valor la bondad o la perfidia de la IA. El 50% de los españoles observa más ventajas que desventajas en el uso de la IA. Y mientras el 50% confiesa sentirse emocionado por esta tecnología, el 51% se declara nervioso por el uso de la IA.
En línea con división de opiniones, las expectativas que los españoles tienen a bien depositar en la IA varían notablemente en función del ámbito de actividad al que se aplica esta tecnología. Si bien el 48% de los españoles espera que la IA le ayude a reducir en el futuro el tiempo que dedica actualmente completar determinadas tareas, solo el 33% pronostica una mejora en su salud como consecuencia de la entrada en escena de esta tecnología.
El 32% de los españoles teme que la IA les deje en el paro
Particularmente pesimistas se muestran los españoles a la hora de valorar el impacto de la IA en el mercado laboral. Solo el 27% augura que la el uso de la IA vaya a traducirse a cambios para mejor en su trabajo. Y una proporción aún más baja, el 23%, cree que esta tecnología vaya a galvanizar el mercado laboral. De manera similar y entroncando con estos datos, apenas el 25% de los españoles profetiza una mejora de la economía nacional como consecuencia de la irrupción de la IA.
El 57% de los españoles considera muy o bastante probable que la IA se traduzca en cambios en su actual puesto de trabajo, mientras que el 32% teme su eventual reemplazo por las máquinas en el futuro.
Si comparamos los datos que el estudio de Ipsos arroja sobre España con los de otros mercados, emerge de manera casi instantánea la conclusión que hay en términos generales mucha más algarabía en torno a la IA en país emergentes como Corea del Sur, Indonesia, Tailandia y Turquía que en regiones como Europa y Norteamérica (que son definitivamente las más pesimistas).