Emprender en el Magreb: oportunidades y retos para pymes y autónomos españoles

Cada vez más autónomos y pymes españolas miran hacia el Magreb para diversificar mercados, externalizar procesos e, incluso, crear una sociedad.

Marruecos, Argelia, Túnez o Mauritania ofrecen costes laborales competitivos, proximidad geográfica y demanda interna creciente, pero también un entorno cultural y burocrático complejo.

Esa es precisamente la experiencia de Alfonso Tapia Racionero, que llegó a Argelia en 2010 para ocuparse de un proyecto ferroviario de la empresa en la que trabajaba y terminó montando su propio negocio, la consultora Omnicrea. Hoy cuenta con oficinas en varios países del norte de África.

¿Es un buen momento para invertir en el norte de África?

El Magreb vive un momento dulce como tractora de inversiones debido al contexto internacional y al encarecimiento de costes en Europa. Ahondando en esta idea, Tapia consideró que “el Norte de África es muy interesante, por las oportunidades de negocio y la cercanía a España”.

Para este emprendedor, las sociedades de estos países se asemejan a la española de hace 30 o 40 años, con economías en ebullición y pirámides poblacionales crecientes del 5% anual, frente al estancamiento europeo y una demanda interna “tremenda”.

El fundador de Omnicrea, que representa a IFEMA en El Cairo, Argel, Túnez y Casablanca y que asesora a decenas de empresas en su salto al Magreb, detalló que “si penetras el mercado argelino solo con ventas locales, lo has logrado casi todo”.

Aun así, aquellos que miren hacia el norte de África deben tener en cuenta sus particularidades culturales y las diferencias que hay entre sus propios países, continuó explicando Tapia.

Marruecos, puerta de entrada y país más ágil para abrir empresa

A juicio de este emprendedor español, Marruecos es, con diferencia, el país más abierto y ágil para implantarse. Aunque reconoce que no es del todo cierto que puedas abrir una empresa en 48 horas como asegura el Gobierno marroquí, en su experiencia sí han “creado filiales y sucursales para empresas españolas con mucha más facilidad que en Argelia o Túnez”.

El país vecino también ha desarrollado un potente tejido industrial orientado a la exportación y ofrece incentivos fiscales para producir localmente. Sectores como la industria auxiliar, la agroalimentación o los servicios técnicos especializados presentan oportunidades de crecimiento.

Argelia combina un mercado enorme con un marco proteccionista que desafía a los emprendedores

Argelia, por su parte, combina un gran potencial de consumo interno con un marco proteccionista. En este sentido, Tapia explicó que un cambio normativo permite ahora constituir sociedades con capital 100% extranjero, salvo en sectores estratégicos, aunque sigue siendo obligatorio contar con un administrador residente en el país.

Con todo, el reto principal en estos países siempre es la burocracia porque “hay muchos papeles, apostillas y procesos presenciales”, algo que Tapia calificó como “desesperante” y que puede suponer varias visitas al notario solo para lograr desbloquear una cuenta bancaria.

De hecho, este emprendedor rememoró cómo para empezar a operar en el país necesitó superar hasta once trámites administrativos.

Las diferencias culturales abren un abismo pero también tienden puentes para los negocios

Para Tapia, otro factor a tener en cuenta es que “tienen una mentalidad totalmente distinta a la nuestra” en cuanto a que “hay informalidad en las reuniones, cambios de última hora, tiempos diferentes”.

Esta idiosincrasia les obliga a trabajar de otra forma adaptando la comunicación y recordando los timings, por lo que Tapia aconsejó a quienes quieran montar un negocio en el Magreb “evitar la improvisación y apostar por presencia local”.

En su caso, por ejemplo, expuso que siempre tienen “una oficina y personal autóctono con pasaporte español o marroquí para asegurar continuidad y confianza”.

Sectores con más potencial de crecimiento para las pymes españolas

Entre los sectores con mayor proyección en el Magreb destaca la agroindustria –fertilizantes, riego, invernaderos, condimentos para la industria láctea–, los acabados interiores en construcción y la industria auxiliar. “Las grandes infraestructuras las hacen los chinos, pero hay hueco para empresas españolas en mobiliario, instalaciones o acabados, donde se valora mucho el estándar europeo”, apuntó Tapia.

También ve oportunidades para externalizar producción industrial gracias a los costes laborales y energéticos reducidos debido a que “hay ayudas muy atractivas como concesiones de suelo a 30 años, créditos blandos y ventajas fiscales para producir allí localmente”.

Claves para tener éxito emprendiendo en el Magreb

Para un autónomo o pyme española que quiera entrar en estos mercados, Tapia recomendó analizar bien la competencia local y no intentar imponer productos ni estrategias. “El tipo de luminaria vial que funciona en España no es el que buscan en Marruecos; hay que adaptarse y viajar varias veces para entender sus gustos y preferencias”.

Además, insistió en la importancia de pensar a medio y largo plazo y buscar “partenariados” porque el modelo en el que se hacen negocios ya sigue el esquema de años atrás.

En concreto manifestó que “ya no se puede ir solo a vender contenedores”; en su lugar “hay que establecer joint ventures, acuerdos de colaboración, transferencia tecnológica” pues lo que ellos buscan son “socios que aporten valor y ayuden a desarrollar la industria local”.

Por todo ello aconsejó a los autónomos españoles dejarse “asesorar por gente que esté sobre el terreno y tenga acuerdos reales con patronales y asociaciones” ya que “no es lo mismo ser argelino que vivir allí y estar firmando convenios cada día”.

Además de tener intereses comerciales, Alfonso Tapia se declaró un enamorado de la cultura del Magreb y reivindicó que “somos mediterráneos, compartimos valores familiares y proximidad logística”.

Para este emprendedor, estas coincidencias son la base para aprovechar lo que nos une y generar economías complementarias en una región que considera una gran oportunidad de internacionalización para las pymes españolas. El fundador de Omincrea concluyó que “si penetras tu producto en Argelia o Marruecos tienes millones de clientes potenciales”.

Miquel Rosselló