La ventaja invisible

Vivimos en un mundo curioso.

Todos hemos escuchado o leído eso de “la inteligencia artificial no te quitará tu trabajo, una persona que sepa utilizarla bien, sí”

Vamos a los hechos.

Un chico de 30 años, con buen inglés, una app de productividad y una cuenta de Notion, se presenta a una entrevista y menciona que «usa ChatGPT para resumir PDFs».

Y de pronto es el “perfil joven con potencial”.

 

Mientras tanto, hay un profesional de 60, con décadas de experiencia dirigiendo equipos, resolviendo crisis, construyendo soluciones desde cero, que hoy domina modelos de lenguaje, automatizaciones, herramientas de IA generativa…
Y nadie lo llama.

 

Porque tiene canas. Porque ya no dice “bro”. Porque no está en Discord.

 

Y sin embargo, cuando se apagan las luces de la moda, y hay que resolver problemas reales —no hacer demos bonitas—, el experto de 60 años gana por goleada.

Porque sabe.

Porque vivió el mundo sin IA y ahora entiende cómo usarla de verdad. No para jugar. Para multiplicarse.

 

No se asombra porque un modelo genere imágenes. Se asombra cuando eso ahorra tres semanas de trabajo a un equipo editorial.

No se impresiona por una macro en Excel. La integra con Python, la documenta y entrena a otros en tres días.

 

El profesional senior que domina IA es una rareza.

Una joya que las empresas no saben ver porque solo buscan etiquetas fáciles: “nativo digital”, “fluido en herramientas”.

Confunden estar en TikTok con saber de tecnología.

La realidad es esta:

  • Un junior con IA solo tiene una herramienta.
  • Un senior con IA tiene un multiplicador de poder.

     

¿Quién preferirías tener a tu lado cuando todo va mal?

¿Al que “explora cosas de IA en su tiempo libre”?

¿O al que ya ha salvado empresas, y ahora además piensa más rápido gracias a los modelos?

Las respuestas fáciles no generan riqueza.
Los expertos sí.

Si tienes más de 50 y sabes de IA:
No te escondas.
Haz que te encuentren.
Porque el futuro no será de los jóvenes, será de los que aprendieron a aprender siempre.

Y si tienes 30 y estás leyendo esto:
No subestimes la experiencia.
Adóptala. Absórbela. O terminarás siendo reemplazado por alguien que no necesita “explorar”, porque ya entiende.

Sixto Arias