Igual resulta que a los jóvenes les interesa la política, pero no en el formato en el que nos la vienen contando tradicionalmente. De ahí, la aparición en los últimos comicios de formatos más próximos al público de menor edad, como los vídeos de TikTok, los podcast como La pija y la quinqui, al que ha acudido recientemente el presidente del Gobierno, y ahora Politikea, una aplicación lanzada en las pasadas autonómicas.
Sus impulsores son dos hermanos, Andrés y Juan Cardelús, abogado y experto en ciencias políticas el primero y experto en inteligencia de negocio y con experiencia trabajando en el entorno startup el segundo. Junto a ellos, otros tres socios y un equipo integrado por expertos en política, abogados, ingenieros informáticos y especialistas en comunicación, sin miedo a los formatos digitales y con la intención de romper esquemas en lo que se refiere a la comunicación política.
Su lanzamiento parte de la idea de que “las personas tienden a tener opiniones sobre temas específicos, pero a menudo no se dan cuenta de que esas opiniones forman parte de una ideología más amplia. Esto también sucede con las nuevas generaciones, pero además creen erróneamente que sus ideales son compartidos por todos debido a su presencia en las redes sociales. En realidad, ocurre lo contrario: su círculo en las redes sociales suele tener pensamientos similares, lo que refuerza un aislamiento ideológico. Con Politikea pretendemos romper ese aislamiento y proporcionarles un entendimiento más amplio, además de darles la herramienta para que puedan compartir todas sus propuestas de cambio para la sociedad”, explican sus fundadores.
Para llegar al público más joven, la aplicación se basa en el popular método swipe. Un formato interactivo y ágil que busca abordar la polarización ideológica y fomentar la conversación sobre política de una forma distendida y fresca.
“Para debatir primero hay que entender lo que defiendes. Este es nuestro punto de partida, y el modelo de swipping es el mejor instrumento para ello, porque obliga al usuario a ser sincero consigo mismo. Pero para generar debate también tiene que existir el canal donde puedan proponerse los asuntos a debatir. Por esto priorizamos primero la visibilidad de los asuntos que debatir, pero ya tenemos en nuestros planes incluir funcionalidades para debatir dentro de la aplicación”, continúan sus fundadores.
Y advierten: “No es una aplicación solo para las nuevas generaciones, pero sí son los que más cómodos y acostumbrados pueden sentirse a utilizar este tipo de formato. Nuestro objetivo con el lanzamiento de este prototipo es estudiar bien a fondo cómo utilizan la aplicación todo tipo de usuarios para poder ofrecer el mayor valor posible en el futuro”.
Politikea busca acabar con la polarización
El objetivo de la aplicación es evitar la actual polarización política y hacer ver a los más jóvenes todas las opciones posibles que los pueden representar. Y quizás lo más interesante, que ningún partido tiene por qué representar tus ideas al 100%.
“Nos dimos cuenta de que las ideologías, igual que con cualquier otra circunstancia que forma nuestra identidad, puede generar discordia y división por el rechazo a lo desconocido. Nuestro objetivo es poder abrazar nuestras identidades y preferencias ideológicas conociendo las de los demás para llegar a consensos comunes que enriquezcan a la sociedad. La desafección y polarización de los últimos años no se entendería sin el desarrollo de las redes sociales, y en ellas también puede estar la solución”, apunta Andrés Cardelús.
Y añade: “En vez de cerrar los ojos a las diferencias que se agrandan cuando aparece el conflicto, podemos conocerlas, desarrollar la tolerancia y acercar la política a la Sociedad. Politikea busca acercarnos a la política y a nosotros mismos como animales políticos que somos”.
“Aún siendo gemelos, tenemos opiniones muy diferentes sobre muchas cosas en política. Siempre que lo hablamos surge el debate, por eso no entendíamos por qué es tan difícil hablar sobre política en círculos sociales. Politikea soluciona esto porque muestra nuestras diferencias, pero también las de todo el mundo. Cuando te das cuenta de que tu ideología es irrepetible, la polarización queda en un segundo plano”, explica Juan Cardelús.