Parece que reinventarse es una de las palabras más utilizadas en las empresas en 2020. Que hay que dar un giro de 180º a toda su estrategia, buscar cosas nuevas que les permitan sobrevivir a este año tan complejo. Pero quizás cambiarlo todo no es lo más adecuado, sino que reinventarse pasar por hacer lo que mejor sabemos, pero adaptados a las nuevas circunstancias.
Porque hay que pensar que en muchos casos aquello para lo que pensamos que no tenemos mercado en circunstancias normales, hoy en día es una solución para muchos de nuestros clientes que no pueden acudir a nuestro negocio. Y sin embargo siguen necesitando nuestros productos o servicios.
- Historias de emprendedores: éxito en ciberseguridad
- Historias de emprendedores: éxito en ciberseguridad
- Del influencer al cliente influyente: la próxima cabriola del marketing de influencia
- Dejar huella en la vida de alguien
- Dar clases online en tiempos de la “nueva normalidad”
- ¿Eres consciente de lo que aportas?
- ¿Eres consciente de lo que aportas?
- Cómo conectar con tus suscriptores con email marketing emocional
- Como suprimir formatos diferente en el texto de correos Gmail.
- 5 consejos de Elon Musk para avanzar tras dar el primer paso
- ¿CUÁLES SON LAS MEJORES IDEAS PARA MONTAR UN NEGOCIO EN INTERNET?
- Cómo hacer el plan de empresa de una app
- El truco de Microsoft Word que se ha hecho viral gracias a El Hormiguero
- 3 tipos de empresas que han salido del cascarón tras la pandemia
- 3 tipos de empresas que han salido del cascarón tras la pandemia
¿Adaptación o transformación?
La cuestión es que tenemos que ofrecerlos de otra manera. Y en muchos casos esto pasa por establecer otros protocolos diferentes, tener una estructura adaptada a estas necesidades, etc. A lo mejor un local de restauración no necesita tanta sala porque no puede acomodar a sus clientes, pero necesita más cocina porque saca más pedidos para llevar o a domicilio. Lo mismo con los camareros, que no tienen a quién servir pero sin embargo se necesitan repartidores.
Esto es lo que implica adaptarse a las nuevas circunstancias y reinventarse, no dejar de hacer lo que sabemos y aquello por lo que nos valoran nuestros clientes, sino ofrecerlo de una forma que ellos puedan consumir en este momento. Porque además en muchos casos la adaptación implicar reducir márgenes, pero seguimos facturando.
Y cuidado, que cuando todo pase puede que se haya consolidado una mayor tendencia para seguir consumiendo determinados productos de esta manera. Muchos se habrán acostumbrado a realizar la compra online, a pedir comida a domicilio en lugar de salir a cenar y lo incorporarán como una opción más en su día a día. El consumidor cambia e igualmente debe hacerlo la empresa.
También este cambio de hábitos puede que haya llegado para quedarse en muchas organizaciones. Las videoconferencias han llegado para quedarse en muchos casos y ahorrar tiempos de desplazamiento o gastos de viaje. Ahora muchas empresas saben cómo pueden sacarle partido, con sus aspectos positivos y también los negativos.
Lo mismo podemos decir del teletrabajo o de tener aplicaciones o servicios en la nube. Reinventarse no pasa solo por lo que ofrecemos al cliente, sino en cómo logramos llevar nuestro trabajo adelante. Es importante extraer conclusiones de este año tan difícil para no repetir errores en el futuro.