Los influencers virtuales comenzaron siendo quizás una mera extravagancia, pero lo cierto que son el objeto de deseo de cada vez más marcas dispuestas a agasajarles con cheques de muchos ceros (por mucho que no existan en el mundo real). Que se lo digan, si no, a Rozy, una prescriptora coreana creada mediante CGI que gracias a su atractivo (generado por ordenador) y a su arrolladora personalidad acumula más de 74.000 seguidores en Instagram y ha concitado ya el interés de un centenar de anunciantes.
Alumbrada por la productora corean Sidus Studio X, Rozy no es de carne y hueso y está diseñada específicamente para ser la influencer perfecta. Al fin y al cabo, la buena de Rozy jamás de meterá en líos, no estará a merced de las canas y las arrugas gracias a sus eternos 22 años y no se sentirá tentada de abandonar las redes sociales por problemas de estrés.
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Huérfana de pasado potencialmente incómodo, Rozy tampoco comete ningún traspié que pueda poner en apuros a las marcas que deciden tienen a bien confiar en ella, tal y como recoge El Confidencial.
Una influencer ajena completamente a potenciales escándalos
«Hoy en día, los famosos se retiran a veces de las series que han estado rodando debido a los escándalos de violencia escolar o a las controversias sobre el acoso escolar. Sin embargo, los humanos virtuales no tienen ningún escándalo del que preocuparse«, explica Baek Seung Yeop, CEO de Sidus Studio X.
Rozy, que gracias a su fenomenal gancho entre las marcas podría embolsarse a finales de año cerca de un millón de dólares en publicidad, se ufana de ser la primera influencer virtual de Corea, donde ha protagonizado un anuncio para ShinhanLife que han visto ya más de 11 millones de personas. Quienes han comentado en YouTube el debut publicitario de Rozy se asombran, por cierto, de que ésta no sea humana o se muestran incapaces de identificarla como un personaje digital.
La naturalidad que Roxy destila en sus gestos y en sus movimientos logra dar gato con liebre al espectador, en quien la famosa influencer coreana despierta niveles muy similares de empatía a los generados por prescriptores de carne y hueso.
En Rozy, que vio la luz el verano pasado, se amalgaman los «outfits» favoritos de los millennials y alrededor de 800 expresiones faciales y movimientos corporales capturados en imagen 3D con la ayuda de una persona real.
El «look» de Rozy es tan realista que no parece realmente de mentirijillas
«Durante los tres primeros meses que funcionó el perfil de Instagram de Rozy, nadie se dio cuenta de que era un modelo virtual en 3D«, asegura Sidus Studio X.
«No utilizamos a una persona concreta como modelo para su ‘look’. A la generación MZ no le gusta ocultar sus defectos ni revelarlos. Tampoco tomamos la belleza occidental como estándar de belleza«, enfatiza Baek.
Ajena a las restricciones solapadas a la pandemia, Rozy viaja por todo el mundo sin cubrir en ningún momento su rostro con la sempiterna mascarilla y, más allá de lucir «palmito» y emprender todo tipo de actividades de «lifestyle», es también una influencer muy comprometida con el medio ambiente, la sostenibilidad y el reciclaje.
Además del anuncio para ShinhanLife, Rozy ha participado asimismo en calidad de modelo en campañas para Chevrolet y en su perfil en Instagram ha dado cuenta de sus visitas a varios hoteles de lujo.
«Ya hemos alcanzado nuestro objetivo de beneficios, y creo que Rozy podrá ganar más de 1.000 millones de KRW (unos 854.007 dólares) a finales de este año», dice Baek.
Aunque es la influencer virtual más en boga del momento, Rozy no es nueva en un universo extraordinariamente rentable en el que ya habían triunfado antes Miquela (3 millones de seguidores) o Noonoouri (378.000 «followers»).