Aunque no son una mayoría, sí que hay cada vez más usuarios que optan por teléfonos móviles reacondicionados. Su precio, más reducido, podría parecer el mayor de sus beneficios, pero la economía circular en torno al mercado de estos dispositivos impacta de forma muy positiva sobre el medioambiente. Y a eso se dedica precisamente Aliqindoi, un negocio fundado hace poco más de un año por Félix Martín Aguilar junto a dos socios, Juan Antonio García y David Lanzas Aguila. Una startup que ha alcanzado su umbral de rentabilidad, con una facturación de 500.000 euros en 18 meses, y acaba de ser nombrada como una de los negocios de circular economy más prometedoras de Europa por el prestigioso Financial Times.
Y, ¿cómo lo han conseguido? Aliqindoi ha ideado un software, una plataforma que ofrece cualidades como realizar una valoración remota del teléfono, efectuando un test fiable al 100% sobre la condición del dispositivo y su funcionalidad, como el estado de la batería y que no haya componentes dañados, ofreciendo plena certeza de que lo que se compra está en buen uso.
Una experiencia internacional previa llevó a Félix Martín Aguilar a concluir “que hacían falta muchos más teléfonos para reacondicionar en toda Europa, donde la gente no da una segunda oportunidad a su dispositivo”. Porque la mayoría de los terminales reacondicionados que se venden procede de otros países. “Así que, al final, con la intención de ser más verdes, acabamos importando más basura electrónica de la que realmente hemos generado. Había que cambiar este ciclo y nos preguntamos por los motivos…”, recodó a este diario el cofundador de Aliqindoi. “Empezamos a pensar en una plataforma que solucionara todas esas barreras y que incentivara mucho más la posibilidad de que a esos teléfonos se les diera una segunda vida.
Apenas lanzada al mercado, Aliqindoi contó ya con el empujón de una gran teleoperadora europea
Según este emprendedor, las principales trabas para lograrlo son la concienciación y el precio de venta, “pues hasta ahora la recompra la han hecho los propios operadores móviles, con el ‘trae tu móvil viejo y te damos tal modelo nuevo’, o lugares donde esa recompra tiene por detrás muchos actores en la cadena de valor, que hacen que el precio ofertado sea forzosamente bajo. Además, hay una incertidumbre en cuanto a que no se sabe en qué estado va a llegar ese teléfono; con lo cual el dinero que se ofrece finalmente es escaso, y el cliente prefiere dejarlo en cajón y olvidarse”.
Y así surgió esta startup, ideada en un principio para competir con Wallapop, “pues era una plataforma en la que el usuario final se conectaba y podía vender o comprar teléfonos directamente. “Ya en primavera de 2022, uno de los principales operadores móviles de Europa nos dijo que les encantaba nuestro software y que por qué no lo metíamos en todos sus canales y en todas sus tiendas y les ayudábamos a acelerar todo el tema de la economía circular”, recordó Félix Martín Aguilar. “Y le dimos un giro a nuestro negocio para posicionarlo más y que fuera un modelo B2B, de manera que nuestros clientes son ahora las telecos, las grandes cadenas de retail, los marketplaces más conocidos… De tal manera que ellos son los que tienen la relación directa con el consumidor, y nosotros nos convertimos en la plataforma que da soporte a todos esos modelos. Nos hemos convertido, por así decir, en el ERP, en el sistema que se ocupa de asistir a todos los modelos que toman parte en la economía circular”.
Los pequeños negocios lo único que tienen que hacer es vender, y Aliqindoi se encarga de la calidad del producto
De un tiempo a esta parte se ha puesto moda el renting de terminales móviles, tanto para empresa como para particulares. “Y el pequeño negocio, la tienda que vende electrónica, decide poner el producto en renting o en leasing de suscripción. El teléfono que le vas a dar al comprador sigue siendo suyo, por lo que necesita un software de control y de gestión de ese activo”, explicó el CEO de Aliqindoi. Lo cual resuelve con esta plataforma, donde disponen de módulos que le permiten calcular el precio a ofrecer.
“Y cuando le vuelve ese teléfono va a necesitar hacer la logística inversa: recogerlo, inspeccionarlo, reacondicionarlo… Con toda una serie de agentes, que son los que van a devolver ese teléfono en la economía circular. Nosotros le gestionamos todo este proceso y, además, incluso, dentro de la plataforma tenemos los actores que van a comprar esos teléfonos cuando regresen”.
Así, el pequeño negocio, lo único que tienes que hacer es vender, y no preocuparse de que el producto vuelva. “Incluso le damos modelos para poder vender reacondicionados: hasta hoy vendía sólo teléfonos nuevos, y a partir de ahora, si quiere, puede aumentar su oferta vendiendo terminales reacondicionados”, argumentó Félix Martín Aguilar.
El negocio ha podido generar recursos propios para no tener que ceder una participación a los inversores
El arranque de esta exitosa aventura empresarial se ha financiado “en principio, con dinero de mi bolsillo. Y justo antes de lanzar la plataforma, sacamos en una ronda cerca de 500.000 euros de cuatro business angels. Esto nos dio el primer empujón para afrontar el primer ejercicio, que ha sido 2023, con holgura y tranquilidad. Nos ha permitido permitió crecer y sobrevivir”.
El cofundador de Aliqindoi se muestra satisfecho de haber podido generar recursos propios a gran velocidad y haber logrado el punto de equilibrio en un periodo de tiempo reducido, “y en un entorno donde se requiere de un nivel de inversión más elevado antes de escalar. Esto nos ha permitido poder acceder a 120.000 euros de financiación bancaria tradicional, la opción de financiación más económica y no dilutiva, esto es, sin ceder una participación a los inversores, pero de difícil acceso”.
Todo ello ha sido posible gracias a su política de gestión de caja con un claro enfoque geográfico, de segmento y de producto. “Hemos logrado el primer objetivo: demostrar tener un producto viable y una escalabilidad, manteniendo la rentabilidad”. En concreto, Aliqindoi ha logrado ya dar soporte a cerca de un millar de tiendas físicas en España, dos grandes empresas del sector de las telecomunicaciones, varios marketplaces conocidos, numerosos canales de ecommerce y cadenas de gran consumo y retail.
“Se debe seguir creyendo y apostando por empresas de alto crecimiento con modelos híper escalables. Eso sí, una vez establecido y demostrado que hay detrás un modelo viable y sostenible”, continuó Félix Martín Aguilar. Su startup ha demostrado “que había una necesidad, a la que hemos sabido encontrar una solución”, continuó antes de presumir de equipo, “que lo está haciendo muy bien”.
Se calcula que el número de empresas que usa modelos circulares se triplique de aquí a 2030
La idea se puede extender a otros productos sin problemas. “Aplicarse al mercado de los coches eléctricos, las bicicletas, los patinetes… La propia Zara está recomprando ropa y haciendo reventa de ropa usada”, indicó este emprendedor, quien indica que se calcula que el número de empresas que usa modelos circulares se triplique de aquí a 2030. “Nuestros sistemas soportan procesos que serían válidos para cualquier producto, pues tenemos un software muy potente, que soporta una gran sofisticación a la hora del testeo electrónico de cualquier componente”.
El próximo paso se esta startup es “mejorar la usabilidad y la integración tecnológica innovadora. Hacerlo todo mucho más sencillo e intuitivo”. Y el siguiente, empezar a trabajar con grandes operadores. “La razón es que ellos al final pagan más por este tipo de sistemas y necesitan integraciones y cosas específicas. A partir de ahí, nosotros conseguimos que todo el mundo lo pueda utilizar y lo hacemos más modular”.
El tercer paso es la expansión internacional. La UE está apostando mucho en economía circular, como ocurre en Estados Unidos, en Japón o en mercados emergentes, donde se va viendo la necesidad de entrar en modelos circulares, en reutilizar los activos”, concluyó Félix Martín Aguilar. No sin antes aclarar a este diario el origen del nombre de su empresa: “Es una expresión muy conocida en Málaga, en Cádiz, y en general en la costa sur de España, y significa “Estar al tanto” “Estar pendiente de cualquier suceso”: “Estar aliquindoi”. El origen procede de la exprsión inglesa “look and do it”, de cuando llegaban los barcos a puerto y se les explicaba a los trabajadores locales como proceder con el ejemplo. Se fue deformando la expresión, y de ahí la frase”.