¿De dónde sale el dinero que se otorga a los ganadores de los Premios Nobel?

Cada año, los Premios Nobel destacan a las mentes más brillantes del mundo en áreas como la ciencia, la literatura y la paz, acompañando estos reconocimientos con una cuantiosa suma de dinero.
Pero, ¿de dónde provienen los fondos que respaldan estos galardones?
El testamento de Alfred Nobel es la clave
El origen de los premios data de la voluntad de Alfred Nobel, el inventor de la dinamita, quien en 1895 decidió destinar gran parte de su fortuna para crear los premios que llevan su nombre. En su testamento dejó escrito que quería que en su memoria se dieran anualmente cinco premios: física, química, medicina, literatura y paz.
Cuando Nobel falleció, su patrimonio, valorado en unos 175 millones de euros, se depositó en un fideicomiso. Desde entonces, este fondo ha sido gestionado por la Fundación Nobel.
Los premios tardaron en arrancar cinco años porque hubo disputas sobre su testamento. En 1901 hubo los primeros ganadores y rápidamente se convirtieron en un evento anual de suma importancia.
Invertir para seguir
El dinero destinado a los premios Nobel proviene de los rendimientos de este fondo, que se invierte cuidadosamente en acciones, bonos y otros activos financieros. A lo largo de los años, la Fundación Nobel ha conseguido mantener y hacer crecer el fondo, lo que ha permitido que las dotaciones económicas de los premios sigan siendo significativas. Pero ha habido altibajos.
En 2012 se toma una medida drástica: los premios se redujeron un 20% hasta las 8 millones de coronas suecas. La idea es que el patrimonio de la Fundación debe ser suficiente para que la rentabilidad pague todo y no iban por buen camino. El dinero debe durar para siempre, un objetivo ambicioso pero que había funcionado durante más de 100 años.
De hecho la Fundación llegó a contemplar aceptar donaciones, aunque no llegó a implementarse. Y no se hizo porque precisamente desde el año del recorte de los premios, con un cambio de política de inversión, las cosas empezaron a ir bien.
En 2017 pudieron subir de nuevo el premio a las 9 millones de coronas suecas (casi un millón de euros) y en la actualidad ese es el premio que se da a los ganadores. Además de la dotación monetaria, los ganadores también reciben una medalla de oro y un diploma.
El patrimonio en la actualidad
Actualmente el patrimonio de la fundación ronda los 5.000 millones de coronas suecas, unos 500 millones de euros. El objetivo de rentabilidad es de un 3,5% por encima de la inflación. Los gastos de la Fundación rondan los 100 millones de coronas suecas al año (unos 10 millones de euros), debido a los premios, la ceremonia y otros gastos de gestión.
De momento la propia rentabilidad del patrimonio es suficiente para cubrir los gastos e incluso incrementar el patrimonio, pero también es cierto que la estrategia de inversión se ha vuelto algo más arriesgada, con mayor inversión en fondos hedge (fondos de inversión libre y fondos de alto riesgo).
Lo que está claro es que la Fundación tiene muy claras las cosas. Cuando tienen un problema toman medidas rápidas y por eso lograron escapar de la crisis de 2008. Fue un golpe a su prestigio tener que bajar los premios, pero peor hubiera sido tener que aceptar que el legado económico de Alfred Nobel no era suficiente.
La solidez financiera de la Fundación Nobel asegura que, más de un siglo después de la creación de los premios, estos continúen reconociendo el esfuerzo y la innovación en el mundo, apoyados por los intereses de la fortuna que Alfred Nobel dejó como legado.