Todavía le tengo miedo a esto

Si tengo que confesarte…

Todavía le tengo miedo a vender, y estoy segura de que no soy la única.

Es totalmente normal que, entre terminar una propuesta y enviarla, te agarren esos nervios y aparezca el síndrome del impostor.

Pero hay que hacer dos cosas fundamentales para superar estos miedos…

1. Entender que el «no» es parte de las ventas y de la vida.

El rechazo es algo inevitable, pero es una oportunidad de aprendizaje. Cada «no» que recibimos nos permite reflexionar y mejorar. En vez de verlo como un fracaso, debemos entenderlo como una parte esencial del proceso para crecer.

2. Entender que el «no» es protección y redirección.

Si alguien te dice que no, no significa que tu propuesta no tenga valor. Puede ser una señal para revisar y ajustar lo que estás ofreciendo, pero también puede ser una oportunidad para focalizar tu tiempo y dedicarlo a personas que sí están interesadas y valoran lo que tienes para ofrecer.

Déjame contarte una historia que me ayudó a resignificar el «no».

Tuve la oportunidad de estar en el Mastermind de Tony Robbins, y fue algo que ocurrió de manera inesperada.

Sí, tal como lo lees.

Un evento al que iba como invitada e iba a recibir un pago se canceló.

Al principio, podría haberlo vivido con enojo, indignación y frustración.

Pero en lugar de eso, se convirtió en un fin de semana transformador, donde tuve la enorme oportunidad de estar cerca y aprender de Tony Robbins.

Tony siempre dice que «la vida no te sucede a ti, sino que sucede para ti». Ese «no» inicial fue en realidad una redirección hacia una oportunidad increíble que jamás había imaginado.

Entonces, ¿cómo estás significando tus «no»?

Cada «no» puede ser una puerta cerrada, pero también puede ser una ventana abierta a nuevas y mejores oportunidades. La clave está en cómo elegimos interpretarlos y qué hacemos con ellos.

No tengas miedo de recibir un «no». Úsalo para mejorar, redirigir y descubrir nuevas posibilidades. Recuerda que cada «no» te acerca más a un «sí» que valdrá la pena.

Un abrazo,

Vilma Núñez
Fundadora Grupo Convierte Más