Un jardinero adoptado y una herencia millonaria perdida en acciones de Hermés: la historia de Nicolás Puech
No cabe duda de que Hermés es una de las casas de lujo más prestigiosas del mundo y actualmente vive una situación de lo más pintoresca después de que Nicolás Puech, heredero de quinta generación de Thierry Hermés, viera desaparecer parte de su fortuna.
Puech saltó a la fama hace un tiempo, además de por su patrimonio, por querer adoptar a su jardinero para que así este pudiera heredar su dinero. Y aunque la adopción sí se ha llevado a cabo, buena parte de esa herencia se ha esfumado.
El multimillonario conoció al jardinero Jadil cuando este comenzó a trabajar en una finca de Puech en Huelva, cuando apenas tenía 18 años. El jardinero, de origen marroquí, trabajó junto al millonario ganándose su confianza y, junto a su mujer, se convirtieron en sus asistentes personales, según apunta El Mundo.
La cercanía fue tal, que Puech, a sus 80 años, quiso adoptar al trabajador para poder dejarle buena parte de su herencia, algo que la legislación suiza, país donde vive el millonario, permite. Según el medio suizo Tribune de Genève, no ha sido necesario esperar a la muerte del octogenario y Jadil ya disfruta de la villa valorada en 4,14 millones de euros, donde ambos residen.
También tiene una villa en Marrakech valorada en 1,5 millones de euros y ha firmado la compra de una cincuentena de fincas agrícolas en España y Portugal.
Millones de acciones perdidas
Sin embargo, la mayor parte de la fortuna de Puech ha desaparecido. Y es que este, presentó en 2023 tres demandas al que fuera su gestor de patrimonio durante 20 años, Eric Freymond, acusándolo de mala gestión y fraude.
Puech había heredado unos seis millones de acciones de Hermés, valoradas en unos 12.000 millones de euros. Estas se transfirieron a bancos suizos entre 1998 y 2012, pero ahora no está claro dónde están y el millonario acusa a su antiguo gestor de la desaparición, señalando malversación.
Sin embargo, la justicia suiza ha dictado sentencia y asegura que no ha encontrado evidencias de que el asesor hiciera una mala administración de la fortuna o lo engañara, señalando que Puech le había dado el control ilimitado sobre su patrimonio para operar.
De este modo, el juez apunta que «confianza ciega» de Puech en su administrador no implica necesariamente una deshonestidad y arremete contra el multimillonario, dejando claro que este nunca había señalado que no entendiera lo que firmaba. Es más, la justicia subraya que Puech debería haber estado más atento a los movimientos financieros.
El resultado es que el heredero de Hermés ha perdido sus acciones, las cuales lo habían convertido en el mayor inversor de la empresa y que fueron vendidas y transferidas durante la gestión de Freymond.
¿Un ataque de Bernard Arnault?
El revuelo es tal, que algunos han empezado a acusar de esta jugada a Bernard Arnault, gran rival de la casa Hermés, al ser el fundador del conglomerado LVMH y uno de los hombres más rico del mundo.
Todo se remonta a 2014, cuando Bernard Arnault quiso comprar Hermès, lo que provocó un conflicto en la familia, que no quería perder el control de la empresa. Entonces, Puech se desmarcó de esta postura, viendo con buenos ojos la venta.
La familia sospechó de que Puech estuviese detrás de la adquisición del 23% de las acciones de la empresa, valoradas en más de 6.800 millones de euros.
Arnault al final no llevó a cabo la compra y tan solo un año después, en 2015, el grupo Hermès afirmaba que desconocía el paradero de las acciones de Puech, reclamando información al respecto. Tanto es así que, recientemente, Bloomberg publicaba que en la actualidad el CEO de Hermès, Axel Dumas, sigue sin saber si Puech conserva o no sus acciones.
Lo que está claro es que Puech ha perdido, ya bajo sentencia, 12.000 millones de euros y que el jardinero adoptado no gozará de la herencia que inicialmente esperaba.