Pat Gelsinger, CEO de Intel, junto con otros altos ejecutivos, ha estado elaborando un plan estratégico que será presentado a la junta directiva a mediados de septiembre; un plan que incluye la venta de activos y la reducción de costes, según ha informado la agencia Reuters.
Intel es uno de los gigantes históricos en la fabricación de chips, aunque Nvidia esté en boca de todos por dispararse en bolsa en los últimos meses gracias a la inteligencia artificial (IA). La competencia se ha intensificado, y por eso Intel ha comenzado a tomar medidas drásticas para recuperar terreno en un mercado en rápida y constante evolución.
Un plan para reducir costes y reenfocar la estrategia
La rápida adopción de tecnologías de inteligencia artificial y la competencia de empresas como Nvidia han dejado a Intel en una posición vulnerable. De ahí que Gelsinger haya propuesto una serie de medidas que incluyen la venta de negocios no esenciales y la reducción significativa del gasto de capital.
Uno de los activos que Intel podría vender es su unidad de chips programables, Altera, que adquirió en 2015 por 16.700 millones de dólares (poco más de 15.000 millones de euros al cambio actual). Esta unidad, aunque valiosa, ya no encaja en la estrategia central de Intel, y su venta podría generar los fondos necesarios para invertir en áreas de mayor crecimiento.
Además, Intel ha contratado a Morgan Stanley y Goldman Sachs para asesorar a la junta directiva sobre qué otros negocios podrían venderse o mantenerse. Esta asesoría será fundamental para definir un plan que permita a la empresa optimizar su portafolio y centrarse en sus principales fortalezas.
La reducción de costes y su impacto en la capacidad de innovación
La propuesta de Gelsinger también incluye una reducción significativa en el gasto de capital, particularmente en la expansión de fábricas. Un ejemplo de esto es la posible pausa o cancelación de la fábrica de 32.000 millones de dólares en Alemania (casi 29.000 millones de euros), un proyecto que ha enfrentado múltiples retrasos. Aunque esta medida puede parecer drástica, es parte de un esfuerzo por reducir los gastos operativos y mejorar la rentabilidad de la empresa.
Intel anunció en agosto que espera reducir su gasto de capital a 21.500 millones de dólares en 2025 (unos 19.400 millones de euros), lo que representa una disminución del 17% en comparación con el año anterior. Este recorte es parte de una estrategia más amplia para hacer frente a los débiles resultados financieros recientes, que incluyeron una caída en las ganancias y la suspensión de dividendos.
Sin embargo, la reducción de costes plantea un desafío: mantener la capacidad de innovación de Intel en un mercado donde la tecnología avanza rápidamente. La competencia en el sector de los semiconductores es feroz, y para mantenerse relevante, Intel deberá equilibrar cuidadosamente la reducción de gastos con la necesidad de seguir invirtiendo en investigación y desarrollo.
Los desafíos de Intel en el mercado de la inteligencia artificial
El mercado de la inteligencia artificial ha crecido exponencialmente en los últimos años, y empresas como Nvidia han capitalizado este crecimiento, dejando a Intel en una posición rezagada. Mientras que Nvidia se ha consolidado como el líder en la fabricación de chips para IA, con una capitalización de mercado que supera los 3 billones de dólares, Intel ha luchado por mantener su cuota de mercado.
Para Intel, recuperar su posición en el mercado de la IA será clave para su futuro éxito. Esto requerirá no solo inversiones estratégicas en tecnología, sino también una reorientación de su enfoque hacia áreas donde pueda diferenciarse y ofrecer un valor único a sus clientes. La venta de activos no esenciales y la reducción de costes son pasos necesarios, pero solo tendrán éxito si se combinan con una estrategia clara para competir en el mercado de la inteligencia artificial.
El futuro de Intel: ¿qué esperar de la reunión de la junta directiva?
El plan de Intel para deshacerse de activos y reducir costes es una respuesta necesaria a los desafíos que enfrenta en el mercado actual. Sin embargo, el éxito de este plan dependerá de la capacidad de la empresa para ejecutar su estrategia de manera efectiva y para seguir invirtiendo en áreas clave de crecimiento, como la inteligencia artificial.
En un sector en constante evolución, Intel deberá equilibrar la necesidad de recortar gastos con la imperativa de seguir innovando, con el potencial de recuperar su posición como líder en el sector de los semiconductores. y