España afronta el verano de 2025 con un sistema de transporte tensionado que ha encendido las alarmas del sector turístico con los numerosos incidentes vividos esta semana. Las interrupciones en la red ferroviaria que han dejado a 300 pasajeros atrapados horas en un vagón, los colapsos en el aeropuerto de Madrid-Barajas por un fallo informático en un momento clave y el grave deterioro de las carreteras, con una idea sobre la mesa de pagar por viajar por todas las autovías, han coincidido en el arranque de la temporada alta. Esto podría traducirse en un daño duradero a la reputación del país como destino seguro y eficiente, según expertos y asociaciones empresariales.
Javier Cruz, profesor del grado de ADE en la Universidad UNIE y especialista en turismo, advierte: “Estamos hablando de un 12% del PIB. Uno de cada ocho euros en España viene del turismo. El daño reputacional puede ser brutal”. Cruz alerta de que las incidencias recientes no son casos aislados. “La agencia internacional de noticias Reuters ya ha informado sobre los problemas ferroviarios. Las agencias de viajes lo saben. La patronal turística malagueña lo está advirtiendo. Hay circulares internas y comunicaciones que reflejan una creciente preocupación”, explica.
La Confederación de Empresarios de Andalucía ha expresado su temor a que las averías en el AVE Madrid-Málaga perjudiquen la campaña turística de la Costa del Sol, una de las principales puertas de entrada para visitantes internacionales. Aunque en junio se alcanzó una ocupación hotelera del 88% en Málaga, las agencias de viaje ya detectan una ralentización en las reservas para julio y agosto. «Si una agencia puede llevarte a Grecia o a España al mismo precio, y aquí hay riesgo de colapso, recomendarán el destino más fiable», señala Cruz.
Adif explicó cuatro días después del caos que acabó con miles de pasajeros afectados y 300 atrapados durante horas que un tren de Ouigo se quedó parado en las vías de tren y fue el origen de una serie de incidencias que explican la interrupción en la circulación que se produjo en la línea de alta velocidad entre Madrid y Andalucía. Desde el operador francés rápidamente señalaron que la infraestructura debería estar preparada para una parada temporal de un tren en la vía sin acabar con una catenaria rota.
No ha sido el único caos en transportes en España esta semana. El colapso del 3 de julio en Barajas —donde un fallo informático dejó sin control de pasaportes a la Terminal 4 durante más de dos horas— es otro ejemplo de lo que los expertos consideran una amenaza para la experiencia del viajero. “Es un trauma perder un avión, estás matando una experiencia turística sensacional”, apunta el docente. “Que alguien llegue a tiempo al aeropuerto y no pueda embarcar por falta de efectivos policiales es una crueldad en términos turísticos”, sentencia.
En paralelo, los datos sobre la red viaria no ayudan. Más del 52% de las carreteras españolas requieren intervención urgente o en el corto plazo, según la Asociación Española de la Carretera. La Fundación RACE calcula que el 9% presenta un riesgo elevado. “Hemos invertido en construir, pero no en mantener. Los fondos europeos se están usando para nuevas infraestructuras, no para conservar las existentes”, recuerda Cruz. “Hemos tardado 40 años en levantar este sistema y lo estamos dejando perder”, sentencia.
En mayo ya se detectó una caída del 6% en turistas franceses y alemanes respecto al mismo mes del año anterior. Para Cruz, este descenso no es casual: “Son países próximos, informados, y con situaciones económicas delicadas. Eligen con más cautela, y si perciben que España ofrece una experiencia con riesgos, se replantean sus planes”.
A pesar de la alta calidad del parque hotelero nacional —“Tenemos hoteles de cuatro estrellas que son excepcionales”—, el experto señala un síntoma de agotamiento. “Llevo años dando entrevistas sobre turismo, y empieza a haber signos claros de saturación. Si no cuidamos el acceso, arruinamos todo lo demás”.
El Ministerio de Transportes ha anunciado inversiones urgentes en la línea ferroviaria afectada por la avería del 30 de junio, pero para muchos actores del sector el problema es más profundo. Reclaman una estrategia integral que incluya mantenimiento, dotación de personal, gestión eficiente y, sobre todo, planificación a largo plazo. “Esto no puede volver a pasar”, repiten las asociaciones empresariales. La experiencia turística comienza en el transporte. Y este verano, esa primera impresión está dejando una marca difícil de borrar.
El primer compromiso llega de Adif, que ya ha anunciado que acometerá una actuación de urgencia en el plazo de una semana para cambiar la ubicación de varios elementos de la catenaria considerados «altamente sensibles» en esa zona de La Sagra y minimizar, así, el riesgo de incidencias por falta de tensión derivadas de problemas en la catenaria, especialmente en el corredor Sur de alta velocidad.