La cualidad que comparten los líderes exitosos, según un experto conductual

¿Qué tienen en común todos los líderes exitosos?

Los coaches de directivos suelen destacar cualidades que comparten, como la autenticidad, el carisma o incluso la capacidad de fomentar la seguridad psicológica. Se equivocan, afirma Jon Levy.

Sin duda, muchas personas influyentes son inteligentes y carismáticas. Pero, ¿es alguno de estos rasgos un requisito previo para alcanzar el éxito rotundo en un sector determinado? Al fin y al cabo, algunos de los líderes más famosos que existen —por ejemplo, Warren Buffett, Oprah Winfrey y Elon Musk— no tienen realmente mucho en común en cuanto a su personalidad.

Esta es la revelación que tuvo Levy, autor y científico conductual, después de organizar cientos de cenas con personas exitosas de diversas disciplinas. Levy dice que se dio cuenta de lo únicos que eran todos los líderes que conocía.

«Cuando estudias la ciencia conductual, te das cuenta de que, básicamente, en todos los ámbitos de la vida, las cosas que damos por ciertas son completamente erróneas», explica Levy a Business Insider«No se puede decir que haya características universales que todos los líderes deban tener».

Lo que comparten todos los líderes

Levy explora qué es lo que hace que alguien sea un líder exitoso en su tercer libro, Team Intelligence: How Brilliant Leaders Unlock Creative Genius (Inteligencia de equipo: cómo los líderes brillantes liberan el genio creativo), que sale a la venta el martes. Lo que Levy ha descubierto a través de su investigación y sus conversaciones con directivos de empresas es que, de hecho, hay algo que conecta a los líderes, pero no es algo tan obvio como el carisma. Después de todo, todos podemos pensar en jefes que son bastante antipáticos. Estas personas comparten la capacidad de hacernos sentir que tendremos un futuro mejor, afirma.

«Si puedes ayudar a las personas a sentir que ganarán más dinero, apostarán más a lo grande, tendrán más éxito profesional, criarán mejor a sus hijos, derrotarán a sus enemigos o, al menos, darán envidia a sus ex, te seguirán», escribe.

Los líderes ni siquiera tienen que cumplir esa promesa, señala. «Obtener resultados y hacer que la gente sienta que se obtendrán resultados son dos cosas completamente diferentes».

Cultivar equipos sólidos

Levy cuestiona varias ideas tradicionales de gestión en este libro, incluida la noción de que la formación en liderazgo corporativo es un medio eficaz para mejorar la forma en que los ejecutivos gestionan. Se trata de un tema especialmente relevante, dado que, según IBISWorld, el coaching empresarial es un sector que mueve 20.000 millones de dólares en Estados Unidos.

Los seres humanos somos complicados, y las habilidades interpersonales complejas no se pueden aprender de manera eficaz de forma abstracta, explica Levy. Por eso, un «curso de liderazgo de dos días en algún Holiday Inn Express», como escribe en Team Intelligence, no hace que los directivos estén de repente mejor preparados para realizar una evaluación de rendimiento exigente o dirigir una reunión más interesante.

Entonces, ¿qué es lo que funciona? Apoyarse en lo que un líder específico hace bien y encontrar una solución sistémica para abordar sus debilidades.

«Si tienes un jefe que es pésimo dando feedback, entonces haz que otra persona lo dé», afirma. «Asegúrate de que el jefe de personal sea alguien con una inteligencia emocional increíble. ¿Por qué tenemos que obligar al jefe a pasar horas aprendiendo a ser mejor en algo, si esa no es su mayor fortaleza?»

La unidad más pequeña de eficacia no es el individuo, dice Levy. Es el equipo. Esto significa que los equipos pueden ser más eficaces cuando el entrenamiento se hace a nivel de grupo, señala, y pone como ejemplo cómo los Navy SEALs practican ejercicios como una unidad cohesionada, en lugar de hacerlo individualmente. «Si queremos que el equipo rinda, entonces tienen que ser capaces de trabajar juntos».

Julia Herbst

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