Es posible plantear casi cualquier pregunta a la inteligencia artificial.
Pero cuando se trata de saber cómo utilizar la tecnología, muchas empresas dirigen sus preguntas a las consultoras.
El asesoramiento sobre IA constituye una parte cada vez mayor del trabajo de muchas empresas. Alrededor de 900 de los 1.000 principales clientes de consultoría de PwC trabajan actualmente con la empresa en la incorporación de la IA a sus negocios, según explica un portavoz a Business Insider.
En 2023, McKinsey & Company obtuvo unos ingresos récord de 16.000 millones de dólares, en parte gracias al auge de la IA generativa. Casi el 40% del trabajo de la empresa está relacionado con la IA. Y gran parte de eso se está trasladando ahora a la IA generativa, cuenta a BI Ben Ellencweig, socio sénior encargado de gestionar alianzas, adquisiciones y asociaciones a nivel mundial para QuantumBlack, la rama de IA de McKinsey.
Boston Consulting Group, por su parte, genera ahora una quinta parte de sus ingresos a partir de la IA, y gran parte de ese trabajo consiste en asesorar a los clientes sobre la IA generativa, detalla un portavoz a BI.
«Hace 18 meses, la conversación giraba en torno a ‘qué es la inteligencia artificial generativa'», comenta a BI Allison Bailey, responsable de Personas y Organización de BCG. »Hoy es: ‘¿Cómo puedo realmente generar valor con la IA e impulsar un cambio significativo en la forma en que trabajamos?«.
Incluso mientras algunas empresas se centran en cómo la IA podría reescribir los esquemas corporativos, otras preguntan a los consultores cómo empezar. La pregunta podría ser tan sencilla como dónde es más sensato invertir recursos y formación en IA.
Bailey afirma que los «temas humanos» son fundamentales en la ecuación. Las empresas quieren saber cómo movilizar a sus trabajadores para que adopten la tecnología.
Greg Sward, responsable de estrategia para tecnología, comunicación y telecomunicaciones de KPMG Estados Unidos, afirma que algunos responsables de empresas tecnológicas se preguntan si tienen los conocimientos necesarios para tomar decisiones inteligentes.
«Muchos CIO temen no tener los conocimientos adecuados», explica a BI. También les preocupa cómo controlar la tecnología y cómo será el entorno normativo.
BI ha pedido a varias consultoras que compartan las preguntas más comunes que reciben sobre la IA y sus mejores consejos. Estos son algunos de los principales puntos que han identificado.
Según varios consultores, muchas empresas aún no han decidido cómo utilizar la IA y la inteligencia artificial generativa.
Jim Rowan, responsable de activación del mercado de IA y director de Deloitte Consulting, explica a BI que las empresas que se están iniciando en el uso de la IA deberían empezar por plantearse algunas preguntas básicas:
- ¿Qué pretendemos conseguir adoptando la IA?
- ¿Tenemos el talento, la inversión y los sistemas para apoyar el despliegue?
- ¿Hemos abordado la gestión de datos, las cuestiones de privacidad, los posibles sesgos y otras preocupaciones?
Si una empresa puede responder a estas preguntas, debe esbozar las áreas en las que la tecnología será útil. A continuación, «medir y supervisar de cerca su rendimiento para asegurarse de que realmente está cumpliendo sus objetivos», añadió Rowan.
Según Vlad Lukic, responsable global de la división de Tecnología y avances digitales de BCG, las empresas también deben tener un buen control de sus datos. Esa es la base crucial para entrenar a la inteligencia artificial generativa. «El primer paso es asegurarse de tener la casa en orden desde el punto de vista de los datos. Esto permite una mayor fluidez en el futuro, y ahí es donde reside la magia», explica a BI.
Roy Singh, director global del departamento de Analítica avanzada de Bain & Company, señala a BI que quienes se inician en el uso de la IA deben centrarse en objetivos a corto plazo, como comprender la tecnología o aumentar la productividad.
Desarrollar las competencias de los trabajadores
Las empresas interesadas en la IA saben que la tecnología suele ser sólo una parte de la ecuación. Otro componente es asegurarse de que los trabajadores están al día.
Joe Atkinson, director de productos y tecnología de PwC, asegura a BI que es esencial ayudar a los empleados a aprender a utilizar la IA generativa en lugar de depender únicamente de la contratación de especialistas en IA, que están muy demandados.
Conseguir que los trabajadores utilicen las herramientas quizás no sea tan difícil como parece. Atkinson explica que la tecnología es tan accesible que casi cualquier persona de una empresa podría utilizarla para crear productos o servicios o para ser más eficiente.
Predicar con el ejemplo es importante. Según Rowan, de Deloitte, los altos directivos deben utilizar la IA para demostrar su utilidad, mientras que los empleados deben tener tiempo para explorar la tecnología por sí mismos.
«Es importante generar entusiasmo por la adopción de la IA y comunicarla abiertamente», afirma. Por ello, las empresas deben organizar eventos como hackathons, fomentar la experimentación y educar a los trabajadores sobre cómo la IA puede hacerles más eficientes en su trabajo.
Reinventar la empresa
Los avances de la IA van a afectar a algunas empresas más que a otras.
Y en los sectores en los que la IA ya está obligando a reescribir los modelos de negocio, las empresas tienen que pensar de forma exhaustiva en cómo pueden revisar sus operaciones con la IA generativa.
Singh, de Bain, se refiere al sector de la alimentación. Empresas como Instacart y Carrefour están tratando de «inventar la experiencia del cliente de próxima generación» utilizando la IA, señala, y explica que no buscan necesariamente un aumento de la eficiencia.
Según Atkinson, de PwC, la mayoría de las empresas, por mucho que hayan hecho sus pinitos en la IA, deberían ser lo bastante flexibles para adaptarse a los nuevos avances.
Atkinson sugiere que las empresas deberían crear sistemas de IA con un enfoque de arquitectura abierta, es decir, una forma de diseñar software que facilite la incorporación, actualización o sustitución de elementos.
Retorno de la inversión
Singh, de Bain, apunta que las empresas a menudo se preguntan qué tipo de aumentos de productividad y otros beneficios financieros pueden esperar del uso de la IA.
Sin embargo, según él, las empresas están empezando a ver beneficios cuantificables —a veces incluso enormes mejoras— gracias a la IA. Esto puede ocurrir en áreas como la ingeniería de software, las finanzas o los recursos humanos.
Singh comenta que muchas empresas, especialmente las que cuentan con trabajadores especializados que realizan trabajos de oficina, pueden esperar mejoras de productividad de entre el 15% y el 20%. A veces, es mucho mayor. En las empresas en las que la IA puede encargarse de tareas repetitivas, el aumento de la productividad puede llegar al 50%, afirma.
Eso no significa que cada trabajador recupere necesariamente la mitad de su tiempo. Pero si el tiempo que se tarda en realizar un trabajo se reduce a la mitad, entonces alguien que trabaje en marketing, control financiero o regulación en el ámbito de las biotecnologías podría llegar a recuperar el equivalente a un día entero de trabajo.
Singh asegura que una empresa puede tardar de dos a tres años en lograr un aumento importante de la eficiencia, pero que la oportunidad es inmensa.
En la mayoría de los casos, dice, es importante establecer expectativas sobre el grado de novedad que supone la IA para muchas empresas.
«Todos deberíamos tener la humildad de admitir que estamos muy al principio del ciclo de adopción», sentencia Singh.