Safe Superintelligence (SSI), la empresa del cofundador de OpenAI, Ilya Sutskever, ha levantado 1.000 millones de dólares para ayudar a desarrollar sistemas de inteligencia artificial segura, que supere con creces las capacidades humanas, según han confirmado a Reuters los directivos de la compañía.
Entre los inversores se encuentran grandes firmas de capital riesgo como Andreessen Horowitz, Sequoia Capital, DST Global y SV Angel. También ha participado NFDG, una sociedad de inversión dirigida por Nat Friedman y uno de los cofundadores de SSI, Daniel Gross.
Sutskever anunció en junio que se encontraba desarrollando una startup centrada en producir una superinteligencia segura. Esa nueva empresa cuenta entre sus cofundadores con Gross, un antiguo responsable de IA en Apple, y Daniel Levy, que trabajó también como investigador en OpenAI.
SSI cuenta en la actualidad con diez empleados y utilizará el capital recaudado para seguir contratando talento y adquirir potencia informática. La compañía prevé repartir a su grupo de ingenieros e investigadores entre Palo Alto (Estados Unidos) y Tel Aviv (Israel).
Aunque la compañía ha evitado compartir datos sobre su valoración, fuentes cercanas estiman que está en torno a los 5.000 millones de dólares, según informa Reuters.
La financiación de 1.000 millones de dólares muestra el interés de algunos inversores por apostar por este tipo de perfiles en la investigación de la inteligencia artificial (IA). Eso resulta aún más llamativo en un contexto en el que los inversores están saliendo de las startups para centrarse en gigantes tecnológicos.
Los fundadores de SSI han buscado inversores que «entiendan, respeten y apoyen» su misión, que es alcanzar una superinteligencia segura. Antes de eso, la empresa tiene previsto dedicar un par de años a la I+D del producto antes de sacarlo al mercado, como ha explicado en una entrevista Gross según recoge Reuters.
Escalado de la IA
Sutskever ha defendido siempre el escalado de la IA. Según esta hipótesis, los modelos de IA mejorarán su rendimiento si se les dota de grandes cantidades de potencia informática. Con esta idea, el científico sacó adelante ChatGPT en su anterior compañía, OpenAI.
Con SSI, Sutskever quiere seguir el escalado, pero hacer las cosas de manera distinta y preguntarse para qué. Además, la nueva compañía tendrá una estructura corporativa normal, es decir, con ánimo de lucro.
Por el momento, SSI está centrada en contratar trabajadores que encajen con su cultura empresarial. Eso incluye a candidatos con «buen carácter» y personas con «capacidades extraordinarias».
Además, los planes de la empresa también pasan por asociarse con proveedores de servicios en la nube y empresas de chips para financiar sus necesidades de potencia informática. Sin embargo, aún no se sabe con qué empresas trabajar, aunque las más frecuentes del sector son Microsoft y Nvidia.
Salida de OpenAI
Sutskever, cofundador de OpenAI, desempeñó un papel clave en la destitución del CEO y cofundador Sam Altman, al votar a favor de su destitución en noviembre del año pasado, por una «ruptura de comunicaciones».
A los pocos días, dio marcha atrás y se unió a casi todos los empleados de OpenAI para firmar una carta en la que exigían el regreso de Altman y la dimisión de la junta. Sin embargo, eso mermó su papel en OpenAI y resultó destituido del consejo. Sutskever abandonó la empresa en mayo y en junio presentó SSI.