Las 3 reglas de oro a la hora de contratar personal

Crear un equipo de trabajo no es tarea sencilla y, sin embargo, el mayor de cualquier empresa es su capital humano.

Esta idea la tiene bien clara Deryl McKissack, CEO y fundadora de la empresa de construcción McKissack & McKissack, con sede en Washington DC. Comenzó su empresa con apenas 1.000 dólares de sus ahorros en 1990 y pronto se dio cuenta de la importancia de la plantilla que construía.

A lo largo de su carrera ha contratado a trabajadores que no eran los indicados, lo que hizo que el negocio tuviera serias dificultades.

Ahora que la compañía genera 25 millones de dólares al año en ingresos, tal y como cuenta en CNBC, sabe cuáles son las tres reglas de oro a la hora de contratar.

Personas en las que puedas confiar

La confianza es un pilar fundamental de cualquier relación y el entorno laboral no es una excepción. Una parte importante de cualquier empresa es delegar, algo que resulta imposible si no confías en los compañeros o empleados.

Según esta empresaria, debes desconfiar cuando alguien repite todo el rato «esto lo he hecho yo» o algo similar, en lugar de dar crédito y reconocer a su equipo.

Trabajo en equipo y amabilidad

Saber trabajar en equipo es una parte importante de muchos empleos y, para ello, una parte crucial es no ser alguien borde a quien nadie querría acercarse.

McKissack defiende que sus empleados le tienen que caer bien por algo muy simple: si a ella no le gusta estar cerca de determinada persona, quizás a los clientes tampoco.

Esto viene a poner en manifiesto la importancia de las habilidades blandas o soft skills, donde entra en juego las habilidades sociales y la forma en la que cada uno se relaciona.

Trabajadores alineados a los valores de la empresa

Para McKissack, una máxima en su empresa es ser astuto, humilde y tener una gran ambición. «Tenemos un apetito insaciable por el éxito. La humildad nos impulsa a tomar decisiones por el bien colectivo y valoramos la inteligencia emocional porque sabemos que eso es lo que construye relaciones sólidas», escribe en su LinkedIn.

Es por ello que necesita que quien trabaje en su equipo abandere estos valores. Encontrar empleados alineados a estas ideas no siempre ha sido fácil. De hecho, la empresaria siente que la compañía ha estado estancada durante años por culpa de esto, lo que le hizo dar un golpe sobre la mesa y tomar una decisión drástica.

Así, exige un alto grado de compromiso a sus trabajadores, valorando el trabajo que hacen, que en su opinión va mucho más allá de colocar ladrillos.

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