La ginebra que sirven en restaurantes como El Celler de Can Roca (tres estrellas Michelín desde hace más de una década y media), o en festivales como Cap Roig o The Santa Market, dos de los más célebres de la Costa Brava, no nace de un laboratorio de márketing, ni está respaldada por una multinacional de bebidas.
Proviene de una cala de Begur (Girona), se destila en alambique de cobre tras una con 15 botánicos seleccionados uno a uno y es el resultado de un proyecto de bachillerato que tres jóvenes emprendedores de la comarca catalana del Ampurdán decidieron no abandonar tras concluirlo.
Hoy, Sa Tuna Gin se produce a razón de 2.500 botellas al mes, está presente en más de 250 de los restaurantes más conocidos de Cataluña, y ya trabaja con distribuidores de la talla de Disbesa para ganar capilaridad en el canal horeca. “No vendemos solo una ginebra, sino una manera de vivir”, resumió a esta diario Ferran Monfort, CEO y cofundador de la marca junto a sus amigos Arnau Viusà y David Rio.
El experimento de tres bachilleres empezó a correr de mano en mano entre profesionales de la hostelería
La frase no es gratuita: Sa Tuna Gin ha hecho del estilo de vida mediterráneo no sólo su inspiración estética, sino también su estrategia comercial. Gastronomía, diseño, territorio, sostenibilidad, arte y cultura se entrelazan en una propuesta que, en poco más de dos años, ha conseguido lo que muchas marcas artesanales solamente sueñan.
La historia de este proyecto emprendedor empezó en 2020, cuando los tres socios estaban aún en el instituto. “Lo que empezó siendo un trabajo de bachillerato se convirtió rápidamente en una pasión”.
De ese modo, lo que en un principio no dejaba de ser una fórmula experimental de tres emprendedores ajenos al mundo de la bebida pasó a ser una ginebra que corría de mano en mano entre profesionales del sector, chefs y sumilleres de Girona. “Nos dimos cuenta de que había una oportunidad real de crear un producto con alma local y gastronómica”, afirmó Monfort.
Esa fantástica e inopinada acogida les dio el impulso para profesionalizar el proyecto en 2023. En ese momento, el salto fue técnico, legal y logístico.
El nombre de la marca y el diseño de la botella buscan evocar calma y sofisticación mediterránea
“Tuvimos que aprender rápido sobre normativas de etiquetado, trazabilidad y fiscalidad del alcohol”, explicó este emprendedor. La parte comercial tampoco fue sencilla.
Necesitaban distribuidores que entendieran que Sa Tuna Gin no es un producto para comercializar por volumen, sino más bien por afinidad y coherencia. “En distribución, el reto fue encontrar socios que compartieran nuestra visión”, apuntó el cofundador de esta startup.
El acuerdo con el grupo Disbesa en Girona supuso una palanca clave para el despegue del negocio. De forma que el equipo se ha ido profesionalizando. Así, hoy son ya siete personas trabajando en la marca, entre producción y las áreas comercial y de márketing.
La primera sigue siendo artesanal, cuidando cada paso del proceso. “La producción artesanal requiere también mucha planificación, para garantizar calidad sin perder autenticidad”, advirtieron los tres socios.
En cuanto al nombre elegido para la ginebra, es precisamente un homenaje a la cala de Begur que vio crecer a sus fundadores. “Escogimos Sa Tuna por la belleza natural de la cala”, señaló Monfort.
Aunque no se trata sólo de una elección sentimental: el diseño de la botella, su color turquesa, el relieve inspirado en el litoral y el uso de vidrio reciclado contribuyen a reforzar esa identidad. El diseño busca evocar calma y sofisticación mediterránea. “Y creemos que lo consigue”, afirmaron los tres convencidos.
La verdadera alma de Sa Tuna Gin está en una receta cuidosamente elaborada
Pero más allá del envoltorio, el alma de Sa Tuna Gin está en la receta. Elaborada en alambique de cobre a base de 15 botánicos elegidos a conciencia, su sabor busca “la suavidad y el frescor mediterráneo”
Sin perder carácter. “La selección fue un proceso largo y meticuloso”, relataron los tres socios. Quienes clasificaron los ingredientes por tipo de sabor –esto es: dulce, floral o cítrico– y probaron diversas combinaciones hasta dar con la mezcla perfecta. “El objetivo fue buscar la forma de minimizar la sensación alcohólica del sabor”. Y rabajaron con agua mineral en el proceso de disolución.
Y desde el primer momento, apostaron por una estrategia de crecimiento sostenible, sin prisas. Lo cual parece haberles funcionado, pues no en vano, a día de hoy, están presentes ya en más de 250 restaurantes, y entre ellos los más representativos de la alta cocina catalana.
Además de los restaurantes, están presentes en un centenar puntos de venta físicos. Entre comercios especializados y supermercados del grupo Bon Preu. “Compartimos con ellos valores de proximidad y kilómetro cero”, explicó Monfort. Y la idea de los tres socios es seguir ampliando esta red con distribuidores afines.
Uno de los elementos clave en la expansión ha sido el vínculo con el canal experiencial. Eventos como Cap Roig o Mas Sorrer dan visibilidad a la marca. No solo aportan notoriedad, sino que conectan con el tipo de consumidor al que se dirigen. “Estar presentes en festivales nos permite enlazar con nuestro público”.
Los tres socios han cuidado la expansión, visitando personalmente cada restaurante
Esa conexión no sería posible sin una estrategia de proximidad bien ejecutada. “Hemos trabajado desde el terreno, visitando personalmente restaurantes”, comentaron. De ese modo, escucharon las necesidades de chefs y sumilleres y pudieron explicar el cómo y el porqué del producto. Y esa cercanía la que les ha abierto puertas clave.
“Nuestra estrategia no ha sido el volumen, sino las relaciones a largo plazo”. El boca a boca ha sido una de las claves de la expansión. En cuanto a sus objetivos a medio plazo, los creadores de Sa Tuna Gin hablan de consolidarse en toda Cataluña, “y dar pasos medidos hacia la expansión exterior”.
“El principal objetivo es posicionarnos con fuerza en la región durante el resto de 2025”, avanzó Monfort. “Y proyectar nuevos mercados de forma orgánica y controlada. Además, ya tienen en mente ampliar la gama de productos. “Entre nuestros planes figura también aumentar las referencias de la gama”.
Sa Tuna Gin no se presenta como un fenómeno viral, ni como una startup tecnológica. Su crecimiento está basado en identidad y coherencia. Es la prueba de que una idea sencilla puede llegar lejos. Una ginebra inspirada en la Costa Brava, ejecutada con autenticidad.













