¿Es posible parecer 10 años más joven con 10 años? Dove ataca la obsesión de la Generación Alfa con el «anti-aging»
Desde hace algún tiempo redes sociales como TikTok están infestadas de vídeos de niños y niñas que en su más tierna infancia se aplican con fruición (y obsesión a todas luces malsana) cremas antiarrugas y productos «anti-aging» (como si las arrugas fueran un problema de primerísimo orden a tan corta edad). En vista de tan preocupante y corrosiva tendencia, Dove ha decidido aliarse con la actriz Drew Barrymore para tratar para de poner coto a la obsesión de la Generación Alfa con la cosmética especialmente enfocada al antienvejecimiento.
Bautizada con el nombre de #TheFaceof10, la nueva campaña de la filial de Unilever aspira a reparar la autoestima de aquellos niños y niñas que muestran signos tempranos de ansiedad por su propio aspecto. En un post patrocinado por Dove que Drew Barrymore ha publicado en Instagram la intérprete, que es madre de dos hijas, recuerda lo que fue crecer sentada sobre una silla de maquillaje y lo mucho que se divertía aplicándose pegatinas y «glitter» sobre el rostro, pero denuncia simultáneamente que la obsesión de los más jóvenes por el «anti-aging» ha llegado definitivamente demasiado lejos.
Dove se ha aliado además con diferentes expertos con el último objetivo de desarrollar una guía para afrontar las discusiones sobre el antienvejecimiento con las niñas y los niños adscritos a la Generación Alfa.
Con su nueva campaña la firma cosmética de Unilever busca instilar confianza en sí mismos a los más pequeños de la casa y diferenciarse simultáneamente de sus rivales, muchos de los cuales han preferido hacer mutis por el foro en un tema, la obsesión de los niños y las niñas por el «antiaging», que en muchos sentidos les favorece (aunque contribuya a dinamitar la autoestima de los más jóvenes).
De hecho, muchos niños y adolescentes se están arrojando con entusiasmo en los brazos de marcas premium de productos «anti-aging» como Drunk Elephant y están acudiendo en tropel a retailers como Sephora (razón por la cual esta tendencia es conocida también con el sobrenombre de «Shephora Kids») para probar en primera persona productos que les prometen zafarse de unas arrugas que en realidad no tienen. Y aunque ninguna de estas marcas se dirige específicamente a los niños y los adolescentes, Drunk Elephant y compañía no han podido evitar, no obstante, verse salpicadas hasta cierto punto en la polémica.
La nueva campaña de Dove está en todo caso en perfecta sintonía con otras iniciativas emprendidas por la marca, que desde hace tiempo lucha por aplacar el impacto nocivo que tienen las redes sociales en la autoestima de las niñas y las adolescentes. La subsidiaria de Unilever estima que casi una cuarta parte de loas niñas de entre 10 y 17 años se sienten juzgadas por su propia apariencia.
«¿Cuándo empezaron los niños y las niñas de 10 años a preocuparse por las arrugas y por el envejecimiento? Es el momento de alzar la voz para subrayar este sinsentido y proteger la autoestima de los más jóvenes», enfatiza Firdaous El Honsali, vicepresidenta global de Dove.
Por su parte, Drew Barrymore, la embajadora de la nueva campaña de Dove, hace hincapié en que el envejecimiento es una realidad un privilegio que no debería serle hurtado a nadie. «Jamás lograréis revertir el envejecimiento. Y si tenéis suerte, envejeceréis», dice la actriz en un vídeo publicado en Instagram. «Me he aliado con Dove para concienciar sobre los peligros de una tendencia de belleza a todas luces innecesaria y ayudar a proteger la autoestima de los más jóvenes», enfatiza.
Dove ha lanzado además un vídeo en sus redes sociales, «The Gen A Anti-Aging Talk», en el que la psicóloga Phillippa Diedrichs y la dermatóloga Marisa Garshick proporcionan asistencia a los adultos a la hora de abordar con sumo tacto la obsesión de la Generación Alfa con los productos «anti-aging» (que es un tema muy sensible, pues está emparentado íntimamente con la autoestima, a menudo endeble, de los niños y las niñas).
