La Agencia Tributaria publicó esta semana su informe de cuentas anuales consolidadas del Impuesto de Sociedades. En el que aporta datos sobre lo que realmente pagan en sus impuestos las microempresas, pymes y grandes corporaciones en España.
El informe recién publicado, que maneja datos de 2023 (último año disponible), da fe de las enormes diferencias de tributación que hay entre las empresas españolas dependiendo de su tamaño. Como hace años que han venido avisando distintas organizaciones a este diario, en especial el sindicato de técnicos de Hacienda (Gestha), el diseño de nuestro sistema impositivo abre grandes brechas entre los negocios más pequeños y las grandes empresas.
Tanto es así que, según los datos publicados por la Agencia Tributaria, una pequeña empresa en España (con entre 10 y 50 empleados) paga un tipo efectivo medio en el Impuesto de Sociedades del 18,6%. Es decir que, tras aplicar las deducciones y reducciones oportunas, terminaría pagando ese porcentaje sobre los beneficios que declare cada año por su actividad. Sin embargo, una empresa con más de 5.000 empleados estaría pagando tan sólo un 4,75%.
Las pymes pagan tipos hasta cuatro veces más altos que una gran empresa, según Hacienda
A tenor de estos datos oficiales, se podría decir que un pequeño negocio paga tipos efectivos casi cuatro veces más altos en el Impuesto de Sociedades que una gran compañía de más de 5.000 empleados.
El tipo nominal es el mismo para todos los negocios. Sin embargo, el tipo efectivo, esto es, el porcentaje que acaba pagando la empresa después de deducciones, varía mucho según el tamaño del negocio.
Esto, según los expertos fiscales, se debe a que la mayoría de ventajas fiscales en el Impuesto de Sociedades son sólo accesibles para empresas de gran tamaño. El caso más claro serían las deducciones por la implantación de nuevas tecnologías, la investigación o el desarrollo de distintas innovaciones.
Así, como se puede apreciar en la tabla publicada por la Agencia Tributaria, en España había 1,6 millones de empresas en 2023. De ellas, 767.593 no tenían asalariados a su cargo. Estos negocios pagan un tipo efectivo del 9,27%.
Sin embargo, las microempresas (756.533) que tienen entre uno y diez trabajadores a cargo, ya abonan un 15,3% de media. Por su lado, los pequeños negocios, de entre 10 y 50 empleados (147.386), tienen un tipo medio del 18,6%.
Tras ellas están las medianas empresas, con entre 50 y 250 empleados, que son 7.294 y pagan un 16,2% de media. Por último estarían las grandes empresas, que son 4.328 (a partir de 250 empleados) y pagarían sólo un 8,8% de media.
También hay diferencias entre las grandes empresas
La tabla muestra además que habría grandes diferencias entre los tipos medios que pagan ciertas empresas en el Impuesto de Sociedades. Por ejemplo, las que tienen entre 250 y 500 empleados pagan un 16,24%, más incluso que la mayoría de las pymes. Sin embargo, las que tienen más de 5.000 empleados tienen unos tipos medios del 4,75%.
Esto significa que las compañías más grandes pagan tipos hasta tres veces más bajos que la media de las microempresas. Y casi cuatro veces más reducidos que las pequeñas empresas.
¿Por qué pagan menos las grandes empresas que las pymes en el Impuesto de Sociedades?
La ley es clara y todas las empresas, sean grandes, medianas o pequeñas están sujetas al mismo Impuesto de Sociedades– cosa diferente es el IRPF, que va por tramos y aumenta porcentualmente para las rentas más altas-. A día de hoy, el tributo que, en teoría, deben abonar las sociedades es del 25, aunque las pymes y micropymes podrían pagar un 23%, por las últimas rebajas fiscales.
Según Joan Torres, presidente de la Federación Española de Asociaciones Profesionales de Técnicos Tributarios y Asesores Fiscales (FETTAF), los negocios tienen a su disposición herramientas para reducir este gravamen y que no todos pueden acceder en igualdad de condiciones a estos mecanismos.
Tal y como apuntaba el presidente de FETTAF, la ley es clara y todas las empresas, sean grandes, medianas o pequeñas están sujetas al mismo Impuesto de Sociedades. Cosa diferente es el IRPF, que va por tramos y aumenta porcentualmente para las rentas más altas. A día de hoy, el tributo que, en teoría, deben abonar las sociedades es siempre del 25%, «pero no es menos cierto que los negocios tienen a su disposición herramientas para reducir este gravamen y que no todos pueden acceder en igualdad de condiciones a estos mecanismos», dijo Torres.
El problema es que dichas herramientas están, casi siempre, «sólo al alcance de unas pocas empresas con la envergadura suficiente como para llevar a cabo determinadas acciones de internacionalización o de investigación que dan derecho a deducciones en el Impuesto de Sociedades» aclaró el presidente de FETTAF.










