Una pyme de Albacete crece y desafía la cultura del «usar y tirar»

El derecho a reparar, la normativa europea que facilita el acceso a repuestos y anima a los consumidores a arreglar sus electrodomésticos en lugar de sustituirlos, ya no es solo un concepto legal. Se ha convertido en una práctica en auge que conecta con la economía circular y con la necesidad de ahorrar en los hogares.

En Albacete, una empresa familiar está convirtiendo este derecho a reparar en un motor de crecimiento empresarial:  Recamania ha pasado de ser un pequeño negocio familiar a consolidarse como un referente de esta nueva cultura de la reparación. Su alianza con Temu multiplica sus pedidos y les abre las puertas a nuevos mercados europeos.

Del garaje al mundo

Fundada en 1980 por Juan Castillo, técnico de lavadoras que vio en los repuestos una oportunidad para evitar compras innecesarias, Recamania comenzó como un modesto garaje lleno de piezas. Décadas después, su hijo Pedro Juan Castillo dirige el negocio y, tras unirse a la plataforma de comercio electrónico Temu, ha multiplicado sus pedidos.

Lo que vendemos no es solo una pieza: es una elección consciente”, explica Castillo. “La gente descubre que puede alargar la vida de sus electrodomésticos y eso les empodera. Temu nos ha ayudado a llevar ese mensaje a miles de hogares”.

El crecimiento ha sido fulgurante: con 108 productos subidos a Temu, la empresa recibió 300 pedidos en apenas tres días. Para julio, superaba los 4.000 pedidos mensuales, con la plataforma aportando ya el 20 % de sus ingresos online. Sus superventas incluyen platos de microondas, mandos de lavavajillas, quemadores de horno y el panel de control TM31 de Thermomix, piezas clave para quienes buscan reparar en lugar de reemplazar.

Esta dinámica encaja con las políticas europeas que facilitan el acceso a repuestos y promueven la economía circular. “Siempre hemos creído en esta filosofía”, afirma Castillo. “El derecho a reparar está devolviendo a la gente la capacidad de decidir y a nosotros nos ha dado una proyección que antes no teníamos”.

Con un equipo de 16 empleados y un almacén en Albacete, Recamania planea expandir su catálogo a Francia, Alemania e Italia, con Bélgica y Países Bajos como próximos destinos. La historia de esta pyme demuestra que el derecho a reparar no solo beneficia al planeta y a los bolsillos, sino que abre nuevas oportunidades de negocio en la era digital.

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