Convertirse en CFO antes de los 35 años es cada vez más común

Durante años, el camino hacia el puesto de Chief Financial Officer (CFO) era largo, casi lineal y reservado a profesionales con muchos años de experiencia. A día de hoy, cada vez más compañías están confiando la dirección financiera a líderes de menos de 35 años, una tendencia que responde a factores demográficos, tecnológicos y culturales.

Begoña Soler, experta en la selección de profesionales del área financiera en Robert Walters, destaca que el perfil de los directores financieros de grandes multinacionales está cambiando, y que convertirse en CFO antes de los 35 años ya no es una utopía, sino una posibilidad real para quienes saben combinar la técnica con la innovación.

Principal causa: el relevo generacional

En los próximos cinco años, muchos CFOs de la generación baby boomer se retirarán, dejando vacías posiciones clave en grandes corporaciones. Por tanto, muchas empresas se enfrentan al reto de sustituir ese talento senior por líderes financieros de una nueva generación.

Actualmente, las empresas se encuentran con que no hay suficientes profesionales en el rango de 40-50 años dispuestos o preparados para dar el salto a ser CFO. En cambio, sí que se están encontrando perfiles más jóvenes, entre 30 y 35 años, con una mentalidad digital, flexible y ambiciosa, capaces de impulsar el negocio en un entorno cada vez más automatizado y global”, argumenta Begoña Soler de la firma global de soluciones de talento Robert Walters.

Además, en estructuras cada vez más planas y meritocráticas, el talento joven con visión digital puede acceder a posiciones de liderazgo mucho antes de lo que era habitual hace una década. Las organizaciones ya no premian solo la antigüedad, sino la capacidad de generar impacto real y de adaptarse con rapidez.

El papel del CFO no se destruye, se transforma

El CFO que emerge hoy es un líder transversal, que entiende tanto de números como de tecnología, personas y sostenibilidad. Las empresas valoran a quienes, además de dominar la rentabilidad, impulsan la agenda ESG y la eficiencia tecnológica.

En otras palabras, los CFOs de nueva generación son arquitectos del cambio. El nuevo CFO debe además ser data-driven, capaz de interpretar información en tiempo real, anticipar riesgos y traducir los datos en estrategia”, destaca Soler. Robert Walters ha analizado que los profesionales con competencias tecnológicas y mentalidad analítica están escalando de forma más rápida en la jerarquía empresarial. Tras cientos de reuniones con directivos de compañías de diverso tamaño y sector, destaca que las organizaciones buscan líderes financieros que no solo entiendan las finanzas, sino también cómo la inteligencia artificial y la automatización pueden impulsar la rentabilidad y la eficiencia.

El CFO del futuro no será el que más sepa de números, sino el que mejor sepa conectar los datos con la estrategia. Esta nueva generación de profesionales no concibe su carrera como una escalera que se sube lentamente, sino como un proyecto estratégico. Buscan aprendizaje continuo, exposición internacional y la oportunidad de liderar cuanto antes, combinando formación sólida, tecnología y propósito”, ultima Soler.

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