«¿Un consejo para entrevistas de trabajo? Ponte sexy»: el ‘privilegio de los guapos’ existe, pero puedes controlarlo, afirman expertos

En un vídeo reciente, una creadora de TikTok que da consejos sobre la vida y la carrera profesional ha dado su mejor consejo para las entrevistas de trabajo.

«Ponte muy sexy», afirma.

Erin McGoff, que tiene 2,8 millones de seguidores, explica que esto se debe al «efecto halo», un fenómeno psicológico por el que las impresiones positivas de una persona influyen en la opinión que se tiene de ella.

Por ejemplo, significa que la gente asumirá que alguien convencionalmente atractivo es también inteligente y amable.

«Está profundamente arraigado en la naturaleza humana y es algo de lo que todo el mundo es culpable, lo sepa o no», sostiene McGoff.

El «privilegio de ser guapa» o guapo, o de la belleza, es algo real en las entrevistas de trabajo. Un estudio de 2021 de investigadores de la Universidad de Búfalo (Nueva York, Estados Unidos) descubrió que las personas atractivas «tienen más probabilidades de ser contratadas, recibir mejores evaluaciones y cobrar más».

Los investigadores utilizaron datos de 300 entrevistas en vídeo y llegaron a la conclusión de que las personas más atractivas tenían una mayor sensación de «poder» y, por tanto, se consideraban más contratables.

Numerosos estudios también han descubierto que las personas atractivas suelen ganar más dinero y son propuestas más a menudo para ascensos.

Robert I. Gosseen, abogado laboralista, declara a Business Insider que, incluso con múltiples leyes en vigor para proteger a las personas contra los prejuicios, «la discriminación basada en la apariencia persiste».

«Estas leyes protegen contra los prejuicios, pero el atractivo y la imagen a menudo influyen injustamente en las decisiones en el lugar de trabajo», explica.

«Hay pocas probabilidades de que haya nuevas leyes —a cualquier nivel— que vulneren el derecho de los empresarios a contratar o retener a personas que consideran atractivas y a rechazar a las que no lo son», añade.

No vivimos en un mundo ideal

McGoff explica a Business Insider que en su vídeo no quiere decir que la gente deba «parecer sexy» en una entrevista de trabajo: vestirse bien y lucir lo mejor posible solo significa «dar lo mejor de uno mismo».

«Siempre digo: haz que piensen que eres tan buena como pareces por fuera. Porque en psicología hay muchas pruebas que lo respaldan. Es un hecho. No es algo que debamos rehuir», prosigue.

A los humanos nos gusta mirar a otros «humanos guapos», afirma, y esto ha sido así a lo largo de la historia.

Esto tiene dos caras. El lado injusto es que algunas personas nacen guapas. Son personas que encajan de forma natural en los ideales culturales de belleza y tienen «el privilegio de ser guapas» desde el principio.

El otro lado, según McGoff, es que hay cosas que puedes cambiar y que te dan una ventaja que algunas personas eligen no buscar o simplemente no conocen.

«Como ducharse, cepillarse los dientes, peinarse, planchar la ropa. Cosas que todo el mundo puede controlar y que mucha gente no hace porque no comprende su importancia», explica.

McGoff declara que siempre mira las situaciones desde dos ángulos: cómo deberían ser las cosas y cómo son las cosas.

Por ejemplo, las mujeres no deberían ir maquilladas a una entrevista de trabajo. Es una presión y un gasto injustos a los que se enfrentan y en los que los hombres no tienen que pensar.

Sin embargo, algunos jefes de contratación pueden darse cuenta de que llevan una cara fresca y percibir que no se esfuerzan.

McGoff aconseja tratar una entrevista «como una primera cita».

«Intenta tener buen aspecto. Y si eso significa rizarte el pelo, no usar maquillaje o lo que sea que signifique para ti, entonces hazlo», apunta.

Si bien la apariencia puede importar hasta cierto punto, Christian Lovell, experto en carreras de SoFi, declara a Business Insider que es importante diferenciar entre apariencia y profesionalismo.

«Tu aspecto natural o ‘nivel de atractivo’ está fuera de tu control y puede ser extremadamente subjetivo. Pero tu nivel de profesionalidad y preparación está 100% bajo tu control», compara.

Presentarse de forma profesional no tiene tanto que ver con cumplir unos cánones de belleza subjetivos como con «demostrar respeto y mostrar que estás preparado para la entrevista».

Cuidado con las señales de alarma

Sebastian Morgan, preparador profesional senior de CV Genius, explica a Business Insider que, aunque una persona parezca pulcra, lleve joyas, tenga el pelo y la ropa bonitos y se esfuerce al máximo, un reclutador puede juzgar su aspecto natural por prejuicios.

Esto suele ocurrir en puestos de cara al cliente, como ventas, relaciones públicas y medios de comunicación.

«Lo que algunos pueden considerar un ‘privilegio de belleza’, otros verán los rasgos naturales de un candidato como un factor importante, además de sus habilidades y su capacidad para aportar resultados durante el proceso de entrevista», indica.

Los reclutadores deben reconocer que los prejuicios inconscientes pueden influir en sus decisiones de contratación, y esforzarse por mitigarlos, añade.

McGoff afirma que, en general, es una buena idea abogar por uno mismo cuando se acude a una entrevista de trabajo y esforzarse de la forma que más convenga. Después de todo, es igual de importante que la empresa sea la adecuada para ti, y un reclutador obsesionado con el aspecto de alguien puede indicar un ambiente de trabajo tóxico.

«Si no te contratan porque creen que deberías llevar máscara de pestañas, entonces sí, es una red flag» (señal de alarma), advierte: «Me alegro de que lo hayas descubierto más antes en lugar de después».

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